Es urgente que las fuerzas de seguridad cuenten con la preparación y el entrenamiento necesarios para garantizar el respeto a los derechos humanos, expresó el presidente Felipe Calderón en la reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) realizada ayer en Palacio Nacional, a la que sus integrantes llegaron con acuerdos alcanzados previamente.

Entre lo pactado está que las pruebas de control de confianza serán diferentes para cada nivel jerárquico dentro de las instituciones de seguridad y procuración de justicia, así como que las evaluaciones sean integrales e involucren, además del polígrafo, exámenes sicológicos, médicos y socioeconómicos.

Sobre la preservación de los derechos humanos, Calderón señaló que es necesario redoblar esfuerzos en el nivel federal para que las fuerzas armadas, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República cuenten con directivas claras para el uso legítimo de la fuerza, para las detenciones y puesta a disposición del Ministerio Público (...) y para la cadena de custodia y la preservación de evidencias en el caso de la comisión de un delito.

El plazo que marca la ley

A diferencia de la sesión anterior, que se distinguió por largos debates sobre las pruebas de control de confianza a los policías y la dificultad que señalaron los gobernadores para concluirlas a mediados de 2012, como planteaba Calderón, ayer el Ejecutivo llegó con una nueva postura y señaló que el plazo límite para concluir con la depuración de las instituciones de seguridad y procuración de justicia es el que marca la ley: enero de 2013.

Sin embargo, resaltó que es necesario acelerar el paso en la depuración de esas instituciones porque los ciudadanos no esperan más explicaciones, sino soluciones. Ofrecerles una policía confiable es nuestra obligación ética, legal y constitucional, aseveró.

La reunión del CNSP empezó pasadas las 10 de la mañana, al término del desayuno que los consejeros tuvieron en salones de Palacio Nacional, donde ultimaron detalles de lo que más tarde aprobaron prácticamente sin discusión.

Luego de la verificación del quórum por José García Vega Marín, nuevo secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Calderón tuvo su primera participación, en la que recordó al extinto secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora, quien perdió la vida en un accidente aéreo y para quien pidió un minuto de silencio. Enseguida presentó al sucesor de Blake, Alejandro Poiré, quien también es secretario del CNSP y ayer condujo los trabajos del consejo.

En su primer análisis de los avances alcanzados, el Presidente señaló que durante 2011 se realizó el mayor número de pruebas de control de confianza en las corporaciones policiacas y el avance es de más de 80 por ciento entre los mandos superiores.

No obstante, agregó, la preocupante realidad es que entre los policías estatales y municipales apenas 17 por ciento han pasado por estos exámenes. Insistió en que es necesario aumentar el número de centros de control de confianza, de los cuales existen 20, pero en algunas entidades no hay ninguno.

Con la finalidad de apoyar a los estados en la contratación de evaluadores (poligrafistas, sicólogos e investigadores socioeconómicos), informó que el secretariado ejecutivo del SNSP desarrollará un sistema de recursos humanos que funcionará como bolsa de trabajo.

El gobierno federal también propuso que la operación básica de los centros de control de confianza se financie con los recursos aprobados por los diputados al rubro de seguridad pública para 2012, el cual asciende a 17 mil 300 millones de pesos, monto sin precedente –resaltó Calderón– que representa un aumento de más de 3 mil 500 millones de pesos con relación a lo ejercido en 2011 y permitirá avanzar en los proyectos al ritmo que nos está demandando la sociedad mexicana.

Señaló que es momento de iniciar una nueva etapa en la lucha por la seguridad, la cual debe incorporar, además de la protección a los derechos humanos, el fortalecimiento del tejido social, que involucra la generación de oportunidades para los jóvenes con el fin de que puedan estudiar, tener acceso a servicios de salud y a la vivienda.

Al término de la reunión, el mandatario hizo un recuento y planteó avanzar en la reforma del sistema de justicia penal, y por lo pronto, dijo, que en los estados se organicen las corporaciones bajo un mando único.

Luego solicitó a los gobernadores su colaboración para cumplir con la obligación de tener el registro de víctimas y personas no localizadas, ya que para cada una debe haber una averiguación abierta. Se trata, abundó, de dar rostro y sentido humano a fallecidos y desaparecidos.

La próxima reunión del CNSP tendría que realizarse en seis meses, pero Calderón propuso que se efectúe antes –no especificó una fecha– y en la misma se analice la situación del delito de secuestro con el fin de reducir su incidencia.