Guadalajara, Jal., 16 de diciembre. Aproximadamente 4 mil integrantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) marcharon en silencio para demandar castigo a los asesinos de cuatro alumnos de la Preparatoria 8 y el padre de uno de ellos, el desmantelamiento de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG) y la entrega del edificio que ocupa esta organización, donde fueron encontrados los cadáveres.

Alrededor de las 17:30 horas la multitud –conformada por alumnos, académicos, personal administrativo y autoridades– partió de la rectoría general de la UdeG hacia palacio de gobierno.

La comunidad universitaria guardó un minuto de silencio. Los asistentes portaron un moño negro en sus prendas; las pancartas pedían alto a la violencia.

Marco Antonio Cortés Guardado, rector de la casa de estudios, dijo: “Es un imperativo el desmantelamiento de la FEG para que la vida estudiantil de Jalisco recupere la tranquilidad que se requiere para el quehacer educativo y contribuir a la paz.

Exigimos enérgicamente que estos hechos no queden impunes. Estamos aquí para dar a conocer nuestra indignación, añadió, y pidió que la posesión del edificio de la FEG regrese a la UdeG para que sea espacio de difusión cultural y científica.

En las diligencias que se practican en el inmueble, el Ministerio Público localizó e incautó una pistola escuadra calibre 32, así como varios casquillos. Peritos del Instituto Jalisciencie de Estudios Forenses encontraron restos de sangre luego de aplicar una prueba de luminol.

Con base en las pruebas genéticas realizadas a los cuerpos, la dependencia confirmó que los cadáveres hallados entre el miércoles y el jueves son de Gabriel Morán Cervantes, Francisco Javier Carrillo García, ambos de 17 años de edad; Juan Pablo Valentín Guerrero, de 16, y Francisco Ismael Gómez Saucedo, de 21 años, todos estudiantes de la Preparatoria 8. A éstos se suma el de Armando Gómez Gallardo, de 56 años, quien vendía churros en un puesto callejero junto a la Escuela Normal de Jalisco, aledaña al edificio de la FEG.

Los cinco desaparecieron el viernes 9 de diciembre cuando el comerciante fue citado por dirigentes de esa organización, aparentemente para aumentarle la cuota por vender afuera del edificio, y se hizo acompañar de su hijo y de los otros tres jóvenes.

Los expertos determinaron que padre e hijo fueron asesinados a balazos; los otros tres por heridas de arma punzocortante en la región torácica.

La PGJE se encuentra en busca de varias personas que pudieran estar relacionadas con el asesinato, de las cuales se reserva las identidades por el sigilo de la investigaciones, detalló en un comunicado.

Se supo extraoficialmente que uno de ellos es el velador del edificio, identificado sólo como El Tatuado.

El presidente de la FEG, Israel Mariscal, pidió que las autoridades esclarezcan lo sucedido, y señaló que muchos directivos de la UdeG, como el rector Marco Antonio Cortés Guardado y el líder moral Raúl Padilla López, pertenecieron y presidieron a la FEG en su época violenta, como consta en la historia de la guerra sucia en Jalisco en los años 70 y 80.