Como cada año durante las celebraciones decembrinas, para el público grinch que busca alejarse de los villancicos y pastorelas de siempre, sigue la tradición de los Cuentos Antinavideños, cuyo propósito es contar con humor y sarcasmo historias vergonzosas o indecibles, ocurridas durante la época navideña.

Organizado por la Compañía Los Endebles, encabezada por Boris Shoemann, el proyecto escénico de los Cuentos Antinavideños llega este año a su octava edición, cuya convocatoria recibió 63 textos, de los cuales se seleccionaron tres, para conformar el espectáculo Esperpentos Antinavideños, que se presentará en temporada del domingo 18 al 30 de diciembre (excepto los días 24 y 25).

En esta ocasión, el texto ganador fue Cada década de cada diez diestras, escrito por Mariana Hartasánchez, mismo que, junto con los textos Twinkle, twinkle little star, de Isaac Velasco, y René, el reno, de Velia Espinosa, integran el montaje Esperpentos Navideños, dirigido por Angélica Rogel y Boris Shoemann.

Cuentos antinavideños es una propuesta creada por el dramaturgo quebequense Yvan Bienvennue, la cual fue retomada por la compañía Los Endebles, desde hace ocho años.

El afán es abordar con humor negro el espíritu de fiesta y alegría de la Navidad. “La idea es encontrar el sinsabor de estas fechas tan recargadas de ‘miel y bondad’, tan saturadas de mercantilismo”, comenta Mariana Hartasánchez. “Aparentemente, la gente se la tiene que pasar bien –a fuerzas– durante las celebraciones decembrinas. Son fechas en las que también se recrudece la superchería, el miedo a los pleitos familiares o la forzada reconciliación.” La gente en nuestro país, añade la también actriz, es bastante fanática. Como en esta época se involucran el bien y el mal más que en otras fechas, los cuentos antinavideños permiten jugar con esa parte oscura de la tradición.

Cada década de cada diez diestras, o de cómo en cada Navidad la veterana matriarca de la familia Macías revela la identidad de las dos mujeres diestras que pelearán a muerte en Noche Buena, es un texto inspirado en una leyenda de 1923, contada en Querétaro en la población de Peña Miller. Dice que una abuela soñó que Dios y el diablo se encarnaban en dos mujeres de su familia, quienes entonces tenían que pelear para que el bien venciera al mal. Según la leyenda popular, la abuela había dicho que a su nieta se le había metido el diablo, el pueblo le creyó y empezaron a perseguir a la muchacha, quien tuvo que huir al cerro.

El texto de Hartasánchez cuenta cómo el personaje protagonista –que no sabe cómo pelar– piensa que la situación es una locura, mientras espera debajo de un árbol a que su prima ataque. Finalmente, en un sueño se le revela cómo salir de tan absurda situación.

Twinkle, twinkle little star, o de cómo usar botargas navideñas para vender y llevar alegría a los centros comerciales, explicó Carmen Ramos, tiene como protagonista a una fracasada actriz que se dedica a hacer de todo en todos lados. Su actual trabajo es dar un curso de capacitación para ser botarga. Su vida personal aflora mientras imparte el curso vestida de estrella navideña. Sus vicisitudes la llevarán al límite hasta que explota.

René, el reno (de Velia Espinosa) tiene problemas de identidad: está harto de trabajar con Santa Claus, porque abusa de todos los renos. René está inconforme además porque se muere de frío. No es el clima donde quiere vivir. Y como se enteró por Internet que existía Miami, quiere vivir ahí. Pero su mayor y más profundo anhelo es ser un conejo de Pascua.

Esperpentos antinavideños, espectáculo conformado por las tres historias se presentará del 18 al 30 de diciembre (excepto los días 24 y 25). Funciones lunes a viernes, a las 20 horas. Sábados, a las 19 horas y domingos, 18 horas. Teatro La Capilla, Madrid 13, esquina Centenario. Coyoacán.