La falta de consensos en Europa tiene una incidencia indirecta para la economía mexicana que podría redundar en un menor dinamismo del aparato productivo en la última parte del año y extenderse en 2012, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis semanal, el organismo destacó que según las espectativas no habrá acuerdo inmediato para solucionar los problemas europeos, lo que aumenta la probabilidad de un periodo recesivo en esa zona geográfica.

No anterior, dijo, evidentemente, redundaría en una disminución de la demanda externa, lo cual afectaría a Estados Unidos, que envía a Europa casi la cuarta parte del total de sus exportaciones.

En este entorno la economía mexicana podría ser afectada, pues si la demanda europea cae, nuestras exportaciones a esa zona podrían disminuir, y la economía estadunidense sufriría impacto. Todo ello podría implicar una reducción en la exportaciones mexicanas a Estados Unidos, a donde se envía casi 80 por ciento del total de lo que vendemos al exterior.

Debe considerarse, dijo el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que los europeos no pueden posponer mucho una solución pues las consecuencias en su economía serían muy severas.

Apuntó que el balance de riesgos ya se ha deteriorado también en México, reflejándose en un aumento de la volatilidad de algunas variables como el tipo de cambio, que ha rondado los 14 pesos por dólar.

Mientras no haya señales claras de un acuerdo en Europa, la incertidumbre se mantendrá y las expectativas se seguirán corrigiendo a la baja, adelantó.

Por ello, el organismo consideró que este sería un buen momento para apresurar los cambios que requiere el país para que en el momento en el que repunte la economía mundial, haya más posibilidades de que el aparato productivo nacional tenga mayor capacidad para fortalecer un ritmo de crecimiento sano y sostenido a mediano y largo plazos.