Formaba parte de un grupo que fue levantado por pistoleros en Tamaulipas hace tres meses
Según cifras oficiales, 53 habitantes del estado han desaparecdido de enero de 2010 a la fecha
El delito no está tipificado
Familiares y vecinos viven en la zozobra por posibles represalias
Miércoles 28 de diciembre de 2011, p. 27
Querétaro, Qro., 27 de diciembre. Un migrante queretano que estaba reportado como desaparecido desde septiembre escapó de sus captores, pero vive presa de la zozobra junto con sus familiares, pues teme que los delincuentes vuelvan para hacerles daño.
El padre del migrante, quien pidió anonimato, confirmó que su hijo fue secuestrado junto con varias personas cuando transitaban por Tamaulipas. Después de que el traficante de personas pagó una cuota a un grupo armado para que pudieran pasar, llegó un grupo presuntamente rival que secuestró a los jornaleros.
El hombre explicó que su hijo logró escapar, pero uno de sus familiares, que viajaba con él, no corrió con la misma suerte.
Con apoyo de autoridades municipales, recibe ayuda sicológica para sobreponerse a las experiencias traumáticas.
El 17 de septiembre partió junto con otro joven para tratar de cruzar la frontera con Estados Unidos. El 19 ambos perdieron contacto con sus familiares.
Los pobladores de la comunidad evitan hablar sobre el migrante que regresó y observan con sigilo a los fuereños que llegan al poblado. Desde corrales, ventanas o puertas se asoman a mirar vehículos y personas extrañas, y cuando se les pregunta sobre los migrantes desaparecidos lo primero que preguntan es: ¿Quién te mandó?
o ¿para qué quieres saber?
La hermana del migrante que sigue desaparecido narró que su pariente, de 35 años de edad, viajaba constantemente desde hacía 14 años a Texas, donde trabajaba en la agricultura. Angustiada, la mujer agacha la mirada, mueve la cabeza y dice que no sabe de él.
Desconfiada ante la presencia de los reporteros, revisó detalladamente la identificación de cada uno antes de hablar sobre la desaparición de su hermano. En breve charla indicó que su padre acudió a las autoridades ministeriales para que le tomaran una muestra de ADN, como parte de la indagatoria por la desaparición.
La joven dijo que la esposa del desaparecido y sus hijos también viven angustiados por no saber de su paradero. Su hermana no comprende cómo una persona pueda desaparecer sin que las autoridades hagan algo.
La casa de la familia se ubica en una comunidad de la Sierra Gorda donde todas las calles son de terracería y no hay agua entubada. En los corrales se ven algunas vacas flacas, en medio de tierra erosionada y árboles secos.
Hay muchos niños, ancianos y mujeres, pues casi todos los hombres se van al extranjero, como lo muestran las placas de los pocos vehículos de la comunidad.
Según las qutoridades de Querétaro, 53 personas del estado han desaparecido de enero de 2010 a la fecha; sin embargo, la cifra real se desconoce, pues, en respuesta a una solicitud de información, la Procuraduría General de Justicia del Estado indicó que no podía revelar cuántos queretanos han desaparecido en su intento por llegar a Estados Unidos porque la desaparición de personas no está tipificada como delito en el Código Penal de la entidad.
De marzo a septiembre de este año se reportó la desaparición de cuatro habitantes del municipio de Arroyo Seco. Los cadáveres de dos fueron localizados en las fosas clandestinas ubicadas en San Fernando, Tamaulipas. Otra persona continúa desaparecida y una logró escapar.