Beit Shemesh, 27 de diciembre. Con carteles en que se leía: no nos convertiremos en otro Teherán y Liberen a Israel de la coerción religiosa, miles de manifestantes protestaron este martes en el asentamiento israelí de Beit Shemesh, ubicado 30 kilómetros al oeste de Jerusalén, contra las medidas de segregación de género impuestas por judíos ultraortodoxos contra las mujeres, luego de dos días de altercados protagonizados por los radicales de la región y tras el llamado del presidente Shimon Peres para movilizarse contra el fanatismo religioso.

La manifestación en la localidad de 90 mil personas fue organizado tras un brote de descontento público cuando Naama Margolesse, una niña de ocho años, dijo el viernes en la televisión nacional que hombres ultraortodoxos le habían escupido y la habían insultado mientras se dirigía a la escuela, acusándola de vestir de forma poco modesta.

Estamos luchando por la reputación israelí, no sólo en Beit Shemesh y no sólo sobre la exclusión de las mujeres, sino contra todos los extremistas que han aparecido tras un largo letargo para intentar imponernos su visión del mundo, afirmó en un discurso Tsipi Livni, líder de la oposición parlamentaria.

Horas antes, el presidente israelí Simon Peres se refirió a los temores a un creciente extremismo religioso en Israel.

Esta es una prueba en la que todo el país tendrá que movilizarse para rescatar a la mayoría de las garras de una minoría que está arañando nuestros valores más sagrados, manifestó Peres.

Algunas líneas de autobús están segregadas por género en todo Israel y algunas calles de Beit Shemesh tienen carteles que instan a las mujeres a a evitar zonas donde viven los ultra religiosos que se han visto atraídos a la localidad por el precio más barato de los inmuebles.

Aunque sólo representan 10 por ciento de la población mayoritariamente judía en Israel –con 7.7 millones de habitantes– los ultraortodoxos tienen gran influencia política en un país donde ningún partido ha obtenido una mayoría parlamentaria y todos los gobiernos han sido de coalición.

Por otra parte, en Gaza, al menos un palestino murió y dos resultaron heridos tras un ataque israelí perpetrado al norte de la región en el campo de refugiados de Jabaliya.

En tanto, el movimiento islámico Hamas pidió a la comunidad internacional que trate a Israel como entidad terrorista, al recordar el tercer aniversario de la Operación Plomo Endurecido perpetrada durante 22 días por la nación israelí contra la franja de Gaza que dejó más de mil 400 palestinos muertos.