Advierte de más atentados en apoyo a los presos sunitas
Miércoles 28 de diciembre de 2011, p. 24
Bagdad, 27 de diciembre. El Estado Islámico de Irak, agrupación ligada a Al Qaeda, reivindicó los atentados perpetrados en Bagdad la semana pasada y que costaron la vida a por lo menos 70 personas e hirieron a decenas más, informó hoy el Centro de Vigilancia de Páginas de Internet Islamitas (Site, por sus siglas en Inglés).
En los ataques coordinados, perpetrados casi todos en barrios chiítas, se emplearon 13 coches bombas y se colocaron artefactos junto a la carretera.
El Estado Islámico de Irak, organización formada por varios grupos insurgentes asociados a Al Qaeda, dijo en un comunicado divulgado el lunes en páginas islamitas, que su objetivo eran las centrales de seguridad y las patrullas militares, indicó el Site, con sede en Estados Unidos.
Para este grupo radical, el gobierno está dominado por los chiítas, que son un fuerte aliado de Irán. Por esto, dijo que perpetró los ataques en apoyo a los presos sunitas
, y anunció que llevará a cabo más atentados en el futuro.
Los ataques coincidieron con el agravamiento de las tensiones políticas entre la mayoría chiíta y la minoría sunita, y aumentan el temor de que el país caiga de nuevo en tensiones sectarias, que ya se vivieron en 2006, el año de mayor conflictividad.
Tras los ataques, el primer ministro chiíta, Nuri Maliki, ordenó el arresto del vicepresidente sunita Tareq Hashemi, y pidió al Parlamento despedir al viceprimer ministro sunita, Saleh Mutlag.
Hashemi fue acusado de conducir escuadrones de la muerte contra funcionarios de seguridad y del gobierno, aunque él negó los cargos.
En otro asunto, la prensa de Dinamarca publicó este martes que el Ministerio de Defensa danés mantuvo en secreto las torturas perpetradas por las autoridades de Bagdad a presos iraquíes arrestados y entregados previamente por tropas danesas en 2004.
En ese entonces, el Departamento de Defensa recibió documentación probatoria de los abusos cometidos por la policía iraquí a los presos en operativos contrainsurgentes, pero la máxima instancia castrense de Dinamarca fue incapaz de tomar de tomar una decisión al respecto.