Este año fue crítico y catastrófico
, afirmó titular estatal de Agricultura
Sábado 31 de diciembre de 2011, p. 30
Durango, Dgo., 30 diciembre. Las pérdidas que se registraron en el campo duranguense por la sequía de este año podrían superar los 2 mil millones de pesos; tan sólo en el frijol y la ganadería se reportan mil 500 millones; fue un año catastrófico
, coinciden en señalar dirigentes del campo y autoridades.
Rubén Escajeda Jiménez, dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), lamentó lo sucedido a los agricultores de Durango, quienes perdieron prácticamente 90 por ciento de las 180 mil hectáreas sembradas de frijol a causa de la falta de lluvias.
Por ello, más de 100 mil toneladas del grano se vendieron a un precio conservador
de siete u ocho pesos por kilo, por lo que se estima una pérdida de unos 800 millones de pesos, señala el cenecista.
El año pasado el frijol se vendió en 9.50 pesos y en 2011 llegó a ofrecerse a 13 pesos.
Por su parte, Heriberto Quiñones Soria, presidente de la Unión Ganadera de Durango, señaló que durante 2011 murieron al menos 40 mil reses por falta de agua y alimento.
Se puede hablar de una pérdida económica de casi 300 millones de pesos. Cada animal pesa en promedio 350 kilos
, dijo.
El líder ganadero señaló que ante la falta de lluvias viene la temporada más crítica para el sector, pues si no cae aguanieve en enero, la mortandad aumentará considerablemente para los meses de abril y mayo.
A su vez, Carlos Matuk López de Nava, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Durango, insistió en que este año fue critico y catastrófico
para el campo.
Explicó que las pérdidas se documentaron en la producción de frijol, maíz, avena, sorgo y en productos que se siembran en los invernaderos, como el tomate y la calabaza, pero no quizo dar una cifra estimada de daños económicos por las pérdidas.
Mientras tanto, la gente del campo sigue a la espera de los tiempos para preparar la tierra, a pesar de que no tenga humedad, sólo nos queda darles ánimo
, concluyó Matuk López de Nava.