No estaba autorizada la construcción del templo, aseguran las autoridades
Una organización dice que hubo dos muertos; fuerzas del orden aseguran que sólo hubo heridos
Martes 3 de enero de 2012, p. 17
Pekín, 2 de enero. Centenares de musulmanes se enfrentaron con unos mil policías en Hexi, región autónoma de Ningxia, de mayoría musulmana, ubicada en el noroeste del país, para evitar la demolición de una mezquita no autorizada por el gobierno de Pekín, informaron este lunes fuentes policiacas y el Centro de Información para los Derechos Humanos y la Democracia, con sede en Hong Kong.
Dos personas murieron y 50 resultaron heridas cuando la policía, que utilizó gas lacrimógeno, apaleó a los manifestantes
, dijo el centro, y añadió que miembros de la comunidad musulmana de la región de Ninxia y de la provincia vecina de Gansu contribuyeron con fondos para la construcción de la mezquita de Taoshan.
Más tarde, la policía confirmó que 50 manifestantes resultaron heridos y que más de cien fueron detenidos, pero negó que hubiera víctimas.
En tanto, un vocero gubernamental dijo que la mezquita finalmente fue demolida.
Numerosos musulmanes de China en Ningxia y en el Xinjiang se quejan de la represión de sus libertades religiosas y culturales.
Los enfrentamientos entre las autoridades y la etnia hui, de unos 10 millones de personas que hablan en su mayoría mandarín, son menos frecuentes que con los uigures del vecino Xinjiang, también musulmanes.
Por otra parte, el presidente chino Hu Jintao lanzó una advertencia contra las fuerzas hostiles
que según él intentan occidentalizar
la cultura de China y preconizó que la misma sea mejor promovida en el extranjero.