Viernes 6 de enero de 2012, p. 3
En semanas recientes, la obra de Jackson Pollock ha sido noticia por distintas razones. Una de ellas es el escándalo que se desató sobre la posible falsificación de 18 cuadros vendidos por la veterana y respetada galería neoyorkina Knoedler & Company, entre los que se encuentran pinturas firmadas por Pollock, Willem de Kooning y Robert Motherwell, y en el que se dice se encuentra involucrada la galerista mexicana Glafira Rosales, quien en principio vendió los cuadros a dicha galería.
De acuerdo con un diario español, en su edición del pasado 26 de diciembre, el enorme escándalo surgió luego de que el coleccionista belga Pierre Lagrange presentó una demanda por falsificación contra Knoedler & Company, ya que por conducto de ésta adquirió por 17 millones de dólares la obra Sin título, 1950, pieza de action painting de Pollock. La demanda provocó que la FBI investigue ahora la venta de 18 cuadros valuados entre 10 y 20 millones de dólares, todos procedentes de la galerista mexicana de 55 años, Glafira Rosales, quien reside en Long Island, y quien comenzó en 1993 a llevar cuadros de distintos pintores estadunidenses de México al vecino país.
Según una carta fechada en 2007 y citada por The New York Times, “Rosales comerciaba con las obras de un coleccionista mexicano que habría comprado arte estadunidense en los años 50 directamente de los artistas (por tanto sin papeles que certifiquen su autoría). El hijo del coleccionista, a quien ella describe en la carta como ‘amigo de la familia que reside en México y Suiza’, quería vender parte de la colección que había heredado, incluso obras de Pollock, Motherwell y Kline, entre otros, pero insistía en mantener el anonimato”.
Sobre el coleccionista misterioso, del que según Rosales proceden las obras, continúa el silencio. De igual manera continúan las dudas, conjeturas e investigaciones sobre uno de los escándalos al más alto nivel del mercado del arte.
Otra noticia fue la que involucró al inversionista y magnate mexicano David Martínez Guzmán, quien habría establecido un nuevo récord en el mundo del arte, al comprar la obra No. 5, 1948, de Pollock, en 140 millones de dólares, el precio más alto jamás pagado por un cuadro. Días después, el empresario regiomontano, naturalizado británico, mediante un comunicado dado a conocer por la firma de abogados Sherman and Sterling LLP, negó poseer la pintura. Este caso igual ha generado diversas conjeturas, ya que Tobias Meyer, director de arte de la casa de subastas Sotheby’s, quien se dice habría actuado como intermediario, se ha negado a confirmar la compraventa. Se especula que igual Martínez Guzmán sirvió de intermediario y que fue otra persona quien compró la obra de Pollock.
En tanto, la última y más importante retrospectiva de Jackson Pollock se llevó a cabo en 1999 en el MoMA. de Nueva York, muestra que no ocurría desde 1967, dada la dificultad, entre otras cuestiones, de transportar los lienzos de enormes dimensiones, así como por su fragilidad. La exposición en el MoMA integró 105 lienzos, 49 obras en papel y tres esculturas.
La vida del pintor fue llevada al cine con el título Pollock (2000), película dirigida e interpretada por Ed Harris.
Para los interesados en divertirse y experimentar virtualmente la sensación de pintar como hacía Jackson Pollock, pueden recurrir al sitio www.jacksonpollock.org/, y pueden consultar en Youtube la aplicación Jackson Pollock para iPhone y iPod.