Roma. En una campaña para reafirmar ante sus socios europeos que Italia puede impulsar su alicaída economía, el primer ministro Mario Monti realizó ayer una visita inesperada y aparentemente privada a Bruselas. Monti viajó a la capital belga, donde tendrá reuniones con líderes europeos, con el fin de reconstruir la confianza en las finanzas públicas italianas. Europa no tiene razones para temer más por Italia, aseguró Monti al diario francés Le Figaro antes de visitar París, donde se reunirá el viernes con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro Francois Fillon, para hablar en una conferencia en el Ministerio de Finanzas. Italia aún representa la mayor amenaza para el bloque y una emergencia de deuda podría sobrepasar las defensas de la zona euro y potencialmente destruirla.