Opinión
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Ruta Sonora

Robota: synth-punk contra-digital

E

n medio de la híperdigitalización, cunde un trío mexicano que en 2004 empezó a moverse de manera subterránea y apenas parece estar llamando la atención de medios y públicos amplios: Robota, banda del Distrito Federal que pondera el uso de teclados análogos, así como la edición de discos en vinil y en casete, con una estética que para algunos es retro, pero para ellos es un postulado contra las nuevas tecnologías: qué bien que tengas un iPod de 120 gigas, pero ¿cuándo vas a oír eso realmente? Nos gusta usar instrumentos y editar discos en formatos considerados obsoletos. El sonido de Robota, que podría parecer de electrónica industrial, viaja por el synth-pop, el new wave y el No-wave, pero en realidad es punk ejecutado con sintetizadores.

Si bien este espacio los ha recomendado con frecuencia, apenas ahora les dedica más líneas en detalle, en razón de la salida de su segundo álbum, Vulgar Display of Power, aparecido a fines de 2011, uno de los discos más ambiciosos e interesantes que hayan surgido en mucho tiempo en esta patria, dentro de nuestra precaria pero contundente escena rocantrónica.

Aunque el álbum se llama igual que uno de Pantera (1992), nada tiene que ver. Al contrario, la referencia es una ironía a los clichés del rock, actitud que sin muchas palabras suele tener esta banda integrada por Hugo Quezada (teclados, guitarras), Alfredo Moreno (batería, cajas de ritmo) y Alejandro Heredia (teclados, voz). Y es que el concepto es absolutamente instrumental, salvo por dos que tres palabras expresadas en vivo a través de un vocoder (efecto o teclado que robotiza la voz humana), las cuales casi a propósito no se entienden, pero no importa, pues funcionan más como elemento sonoro que como expresión verbal. “A mí lo que desde el principio me ha interesado, es hacer ruido… como el que hacen los Flaming Lips”, dice Quezada.

Futurismo retro

Aunque no suenan parecido a otra cosa que se haya hecho antes en México, cuando se le pregunta si se siente dentro de la tradición de electrónica industrial mexicana, como Artefakto, Hueco u Hocico, o cerca de la electroacústica (música contemporánea, ruidismo, etcétera), puntualiza en entrevista: “No estamos emparentados con ninguna escena, porque no encajamos en ninguna… aunque hemos tocado en todas (risa irónica). Tenemos más una lógica punk, aunque toquemos sintetizadores y cajas de ritmos. Hacemos lo que queremos cuando queremos, no tenemos planes de marketing ni mánager. No estamos dentro de ningún hype o género; para mí eso es punk. Trabajamos más con un discurso sónico, una narrativa distinta a lo convencional. Además… somos tímidos y… creo que nos gusta complicarnos la vida”.

Aunque es bueno su primer disco homónimo (Synthdustries Records, 2009), sólo accesible en casete y vinil, hay más contundencia y avance en Vulgar Display of Power, que se oye cyber, futurista y retro a la vez. Aunque se trata de piezas abstractas, sin melodía vocal, no cansan, pues cada sorpresivo tema es distinto a otro. Lo suyo es ruidoso, inquietante y a la vez amable (no dark), diáfano, con guitarras que eluden los riffs trillados, con ritmos disparados, a veces acústicos, otros sintéticos. En ocasiones pareciera el soundtrack de un thriller de ciencia ficción, capaz de provocar fascinación, pero también intriga. Quezada dice que su música siempre ha sido muy cinemática: “cuando vi Eraserhead (1977), de David Lynch, pensé que su música era lo más industrial que podía oír”. Y agrega: Sentimos que Robota refleja a la ciudad de México; es un sonido urbano, generado al norte del Distrito Federal, en la zona industrial de Vallejo.

Detrás de Robota se escucha una serie de influencias directas, como las de los pioneros de la electrónica Delia Derbyshire, Bruce Haack, Silver Apples, pasando por Can, Suicide, Spacemen 3, Add (N) to X, Date, Psychic TV y Throbbing Gristle. A punta de exploración sonora entre teclados MS20, Jupiter8, Monopoly, Micromoog, entre otros, tienen en su historial haber abierto conciertos a Xiu Xiu y Trans Am, y tocado en galerías y exposiciones como la del artista estadunidense Thomas Glassford. En marzo estarán por primera vez en el Vive Latino. Algunos de sus nuevos temas pueden oírse en: http://rob0ta.bandcamp.com/; los discos se adquieren en sus presentaciones. Y la próxima será en el Foro Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma), al lado de Los Esquizitos, el 28 de enero, 20 horas, $80. (Más recomendaciones y conciertos de la semana, en patipenaloza.blogspot.com).