Grabó las cintas sonoras de Goldfinger, Los diamantes son para siempre y Moonraker
A principios de la década, la reina Isabel distinguió a la cantante galesa por su trayectoria
History Repeating, producción con Propellerheads, obtuvo gran éxito a finales del siglo pasado
Sábado 7 de enero de 2012, p. 6
Londres, 6 de enero. Es la voz de los grandes tonos. Shirley Bassey, quien este domingo cumple 75 años, representa también a la perfección el encanto del mundo de James Bond. No en vano, tres de las películas del espía más famoso con licencia para matar llevan su sello vocal.
En la época del éxito rápido y efímero, Bassey puede contemplar más de medio siglo de carrera musical. La diva de la voz potente consiguió, durante más de 50 años, mantenerse fiel a sí misma, por encima de las modas.
A comienzos del presente siglo fue distinguida por la reina Isabel II por su trayectoria.
Con su primer sencillo, The Banana Boat Song, Bassey consiguió colocarse en los primeros lugares de la lista de ventas. Cincuenta años después, logró volver a esas posiciones con The Living Tree, que publicó con motivo de su 70 cumpleaños. Bassey contaría así, según la BBC, con la mayor carrera en las listas de éxitos.
Su nombre, que a finales de los 50 llegó a los titulares de la prensa, en la actualidad también aparece a menudo en los periódicos. En otoño de 2011 actuó en televisión con motivo de la película biográfica que la BBC rodó sobre sus primeros 30 años de vida; en ella se narra la transformación de la cantante desde sus orígenes humildes y migrantes hasta que llegó a ser una diva mundialmente conocida.
Nacida en 1937 en Tiger Bay, cerca de Cardiff, Bassey fue la menor de siete hijos de un matrimonio formado por una británica y un nigeriano. A los 15 años dejó la escuela para trabajar de empaquetadora en una fábrica, pero por las noches cantaba en los bares. El sueño de tener una vida mejor se hizo realidad cuando en 1955 se descubrió su talento en Londres. Pronto dejó de ser una desconocida en la escena musical y los cabarets de la capital británica; empezó a buscar también el reconocimiento internacional.
El éxito fuera de las fronteras inglesas le llegó en 1964, de la mano de Goldfinger, tema principal de la tercera película de James Bond.
Bassey puso también voz a la banda sonora del Agente 007 en otras dos entregas de sus aventuras: Los diamantes son para siempre (1971) y Moonraker (1979). Hasta ahora ha sido la única que ha interpretado más de un tema para las cintas de James Bond.
Según se explica en la biografía Miss Shirley Bassey, escrita por John Williams, uno de los puntos relevantes de su carrera fue cuando cantó durante la toma de posesión de John F. Kennedy, en 1961.Cuando me estrechó la mano fue como si me atravesara un rayo
, explicó la artista. Fue pura magia
.
El éxito no la acompañó, sin embargo, siempre en la vida personal. El fracaso de su segundo matrimonio y el suicidio de su hija Samantha la sumieron en una profunda crisis que la mantuvo alejada de la escena pública algunos años.
A finales del siglo pasado volvió con toda su fuerza, centrándose en un público más joven, y consiguió alcanzar el número uno de las pistas de baile británicas con History Repeating, trabajo conjunto con el dúo Propellerheads. Su álbum en solitario más reciente, The Performance, llegó en 2009; en él los Pet Shop Boys colaboraron con algunos temas.
En la actualidad, Bassey vive en Montecarlo, donde le resulta más fácil concentrarse en su vida privada; no obstante, parece poco probable que acabe retirándose por completo.