Palmar de Cuautla, Bahía de Banderas, Nay., 7 de enero. En Palmar de Cuautla el mar ya ha tumbado más de 60 viviendas y se ha comido más de mil hectáreas de cultivo, narra Samuel González Rojas, comisariado de este poblado de unos 2 mil 500 habitantes.

Muchos moradores han sido reubicados, y “los que aún estamos en 450 fincas –que ya se las está llevando el mar–, esperamos que nos quiten la casa”, agrega.

Cada día el mar penetra más al poblado. El agua entra a mi casa, no puedo dormir (...) el mar avanza como dos metros diarios, completa un joven pescador con la piel tostada.

La desgracia que vive este pueblo de pescadores se remonta a los años 70 del siglo pasado cuando el gobierno federal construyó en el mar un canal de casi cuatro kilómetros de largo, cuatro metros de ancho y dos de profundidad, que alimentaría varias lagunas y esteros para mejorar la producción pesquera.

Pero los fuertes oleajes marinos y de los ríos que desembocan provocaron ensanchamiento del canal, y luego quedó abandonado por la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos, lo que erosionó varias playas de la región y taponó lagunas.

Problema causado por el gobierno

Este problema no fue por la naturaleza, lo hizo el gobierno, porque fue éste el que inició la obra de un canal del mar que está llevándose el pueblo de Palmar de Cuautla, sostiene el comisario González.

En Palmar de Cuautla los pescadores tenían un pequeño altar frente a la playa, con un Cristo y la virgen de Guadalupe, los cuales se les llevó el mar aunque lograron rescatar las imágenes. Entonces las movimos más adentro, cuenta un pescador de aproximadamente 70 años.

Desde hace años el mar arrastra arena a las lagunas, que se secan y provocan graves problemas ambientales. El problema ecológico es grande. Ahora aparecen playas donde era mar. El 80 por ciento de una especie de mangle ya se acabó, relatan lugareños, y refieren que el asunto data de 15 años.

El comisariado dijo que lo único que “estamos pidiendo es que el gobierno haga una escollera o espigones, algo que acredite que va ser una protección para el pueblo, para que se frene el problema.

Mujeres, jóvenes y ancianos relatan que si bien muchos han perdido sus casas y el pueblo casi desparece, la pesca aún es buena.

“Somos ciento por ciento pescadores, es lo único que podemos hacer porque ya no tenemos tierras de cultivo (…) Nos mantenemos de la pesca, hay futuro en la pesca, pero en las casas que tenemos, no. Hay inseguridad, siempre vivimos con miedo, en la intranquilidad de un día oscurecer y no amanecer”, dice otro habitante.

No quieren ser reubicados

Palmar de Cuautla es una zona de gran producción pesquera y camaronera que alimenta a gran parte del occidente del país, entre ellos Guadalajara, Jalisco.

“Nosotros llevamos buena parte del alimento a la nación, de ahí salen toneladas de pescados, dice Wilfrido Sánchez.

Por eso ningún habitante de Palmar de Cuautla quiere ser reubicado. ¿De qué vamos a mantenernos? No sabemos hacer otra cosa más que pescar. Sólo queremos que arreglen el problema para vivir en paz”, dicen.

Doña Aurelia señala que ahora el agua se mete por la calle principal hasta el canal. A mí no me llega el agua porque vivo más al centro, pero a mi familia, a mi tía Josefa González y a mi tío César González ya les arrasó la casa y donde vive mi mamá ya le falta poquito.

Cuando salen a buscar ayuda con los gobiernos de Tepic u otras partes del país, la gente se queda rezando porque nos vaya bien a todos, dice el comisariado y agrega que en épocas de lluvias es cuando más se agudiza el problema.

Sólo promesas de ayuda

En abril pasado, decenas de pescadores acudieron a Puerto Vallarta, Jalisco, para reunirse con integrantes de la Comisión de Protección Civil y de Gobernación del Congreso local, quienes prometieron ayudarlos en obras de mitigación, entre ellas un espigón, pero todo quedó en promesas.

El comisariado resume el camino recorrido:

En la reunión de Puerto Vallarta nos comentaron que había dinero para las obras. Todo es pura mentira, nomás nos lavaron el coco y no han hecho nada. Ahorita está la situación fea, día con día (el mar) está avanzando poquito y ha ido tumbando muchas casas.

Samuel González señala: Nadie nos resuelve nada, nomás puras promesas. Agrega que han pensado hacer plantones pero aún no logran el consenso. Mientras, el mar avanza.

Más fácil adherirlos a Tecuala

El alcalde de Santiago Ixcuintla, el perredista Miguel Pavel Jarero Velásquez, señala que Palmar de Cuautla se encuentra desplazada prácticamente, pues toda su actividad comercial se enfoca hacia Tecuala, Nayarit, municipio ubicado a una hora de distancia, adonde también han optado por registrar a sus niños, revela.

La gente opta por irse a Tecuala, pues el mar impide que puedan trasladarse fácilmente a Santiago Ixcuintla, cuya cabecera municipal está a dos horas y media de distancia.

Señala que los habitantes de Palmar son prácticamente gente desplazada, que es mucho más factible que se integren a Tecuala. Es que, añade, tampoco la inversión, que puede ser de 50 o 60 millones de pesos, te garantiza que vas a solucionar el problema, ahora con el cambio climático la verdad ponen en duda que esa inversión se traduzca en resolver el problema, dijo vía telefónica.