Lunes 9 de enero de 2012, p. 18
El Cairo, 8 de enero. Tras una reunión en El Cairo, la Liga Árabe decidió mantener y reforzar su misión de observadores en Siria, pese a las críticas recibidas por su ineficacia a la hora de frenar la violencia, que ya cobró decenas de vidas en días recientes.
El comité ministerial de la liga encargado del caso sirio concluyó dejar a los observadores el tiempo necesario para mantener su misión conforme al protocolo
, tras examinar el primer informe del jefe de los expertos, Mohamed Ahmed Mustafá Dabi, pero demandó al gobierno sirio respetar sus promesas, pese a haber hecho progresos parciales
.
La Liga Árabe reclamó a Damasco y a todos los grupos armados cesar inmediatamente todos los actos de violencia
y solicitó al general Dabi un informe completo
para el 19 de enero sobre los esfuerzos de Siria para alcanzar sus compromisos, que incluyen liberar a los detenidos, retirar al ejército de las ciudades y conseguir la libre circulación por el país para los observadores y la prensa.
Más recursos y observadores
El comunicado de la organización panárabe hizo un llamado al refuerzo financiero y logístico, con la finalidad de asegurar el cumplimiento
de los objetivos.
Asimismo pidió que se mantengan las conversaciones con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para reforzar las capacidades técnicas
de los observadores.
El primer ministro de Qatar, Sheij Hamad ben Jasem Thani, quien presidió la reunión, aseveró que la Liga Árabe espera aumentar el número de observadores a 300.
En este contexto, los opositores al régimen del presidente Bashar Assad acusaron a los expertos de la Liga Árabe de estar manipulados
por el gobierno sirio y solicitaron a la Organización de Naciones Unidas que envíe a sus observadores y se ocupe directamente del caso.
Por otra parte, la noche del sábado un grupo armado emboscó un ómnibus que transportaba a agentes de seguridad cuando pasaban por el barrio de al-Kalidiyeh en la ciudad siria de Homs y mató a 11, reportó a medios internacionales el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres.
Naciones Unidas calcula que más de 5 mil personas han muerto desde el comienzo de la represión contra el movimiento opositor al régimen sirio, a mediados de marzo pasado.