Sociedad y Justicia
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El tratamiento, llamado neurofeedback, no es invasivo

Aplican en la UNAM novedosa técnica contra estrés y depresión

Se utiliza también contra el insomnio, déficit de atención y ansiedad

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Pacientes del siquiátrico Fray Bernardino ÁlvarezFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de enero de 2012, p. 33

Padecimientos como depresión, ansiedad, insomnio y estrés postraumático pueden contrarrestarse con la novedosa técnica neurofeedback, la cual no es invasiva, sino estimulante e interactiva, además de ser computarizada, anunció Luz María Álvarez, académica y coordinadora de la Investigación en Sicología de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La especialista destacó que los padecimientos descritos, que se han incrementado por la inseguridad en el país y los estilos de vida que impone la sociedad contemporánea, pueden ser tratados mediante estímulos visuales y auditivos que ayudan al cerebro a mejorar su funcionamiento.

La técnica neurofeedback, explicó Álvarez, consiste en un monitoreo de patrones cerebrales asociados a diferentes estados de conciencia; con ésta, el individuo logra darse cuenta de su estado, y los patrones indican si la persona está atenta a los estímulos del ambiente o se encuentra relajado.

Se aplica en casos en los cuales existe desregulación neuronal, e incluye el espectro ansiedad-depresión, déficit de atención, trastornos conductuales, desórdenes del sueño, dolores de cabeza y migrañas, dolor crónico, síndrome premenstrual y alteraciones emocionales. También, ayuda en algunos casos en la rehabilitación de espectro autista y parálisis cerebral, para el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo y el de déficit de atención.

El procedimiento consiste en colocar sensores en el cuero cabelludo para medir la actividad eléctrica cerebral. Posteriormente, se procesa la señal en el equipo y se obtiene información sobre el funcionamiento. Se puede observar a través de un monitor qué parte de ese órgano presenta irregularidades; a continuación, se muestra el flujo al paciente y éste intenta cambiar el nivel respectivo.

Así, a quien tiene problemas de atención, se le colocan los sensores en el área donde se encuentra esa función y el individuo es capaz de mejorarla.

Por ejemplo, en el caso de la ansiedad es necesario bajar la frecuencia de la actividad cerebral; si se pretende que el paciente ponga atención, tendrá que subirla.

El equipo se integra de sensores de oro que conducen y detectan la actividad eléctrica cerebral. Se limpia el área a estudiar, se coloca el sensor, como si fuera un electroencefalograma, pero sólo en el área a estimular o fortalecer, y el equipo provee la información y determina si está baja y no llega al umbral que se requiere; inmediatamente, la persona realiza una actividad mental para aumentarla.

En algunos casos, el niño autista tiene un patrón cerebral muy bajo, que se estimula y se puede trabajar para que mejore su lenguaje. Asimismo, es factible tratar problemas de alimentación.

El beneficio que se logra con esta herramienta no es temporal; existen estudios que detallan que los cambios continúan, porque la persona aprende qué debe hacer.

Desde 1999 se trabaja en la UNAM con neurofeedback. La FM comenzó con un equipo rudimentario, comparado con el que hoy tiene. Aquí brinda servicio a alumnos, especialmente para investigación, y a pacientes del Departamento de Siquiatría y Salud Mental.