Saltillo, Coah., 10 de enero. Más de cien policías de los municipios de Progreso, Saltillo y Monclova quedaron fuera del servicio público por no aprobar o negarse a ser sometidos a las evaluaciones de confianza establecidas por el gobierno de Coahuila y el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En Progreso renunciaron los nueve elementos que integran la policía municipal, incluido su director, Rodolfo Rodríguez Liciaga, informó el vocero de Seguridad Pública estatal, Sergio Sisbeles.

En la capital Saltillo, el alcalde Jericó Abramo Masso dijo que 81 uniformados –de los 700 que integran la policía municipal– fueron destituidos por no acreditar las pruebas. En protesta, los uniformados realizaron un plantón en el interior del edificio gubernamental y amagaron con presentar denuncias por despido injustificado.

Abramo Masso explicó que las evaluaciones forman parte de la estrategia del gobierno estatal para asear la policía, y aseguró que el ayuntamiento seguirá cumpliendo con los acuerdos para obtener una mejor seguridad pública con la finalidad de dar a los saltillenses un cuerpo policial confiable, honesto y preocupado por su comunidad.

En entrevista por separado, Sisbeles informó que al no acreditar las pruebas de confiabilidad otros 12 policías preventivos fueron dados de baja por el ayuntamiento de Monclova, en la zona centro de la entidad.

La estrategia de Moreira

Recordó que los elementos policiacos deben aprobar los exámenes antidoping, sicométrico, así como la prueba del polígrafo y un estudio económico para comprobar que su patrimonio y nivel de vida correspondan a sus ingresos. Indicó que las renuncias y los despidos forman parte de la estrategia que el gobernador Rubén Moreira puso en marcha para sanear las corporaciones policiacas.

Este martes también se informó sobre la renuncia del coronel retirado del Ejército Marcelino Blanco, quien se desempeñaba como director de la policía municipal de Ramos Arizpe. Argumentó motivos personales para dejar el cargo.

En Nuevo León, elementos de la séptima Zona Militar detuvieron a 155 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal (SSPM) de Santa Catarina, Nuevo León, localidad conurbada a Monterrey, para someterlos a controles de confianza.

Los soldados sitiaron por sorpresa la comandancia a las siete horas de este martes, en momentos en que se efectuaba el cambio de turno. Al menos 155 elementos, entre personal administrativo, policías y agentes de tránsito, fueron llevados al patio trasero de la sede policiaca.

Ahí, el titular de la SSPM, Rubén del Muro, realizó el pase de lista y el porte de armas; además les tomaron fotografías. Luego fueron subidos a tres autobuses y trasladados a la Academia Estatal de Policía.

El edil Gabriel Navarro señaló que es parte de un procedimiento de certificación normal y que el personal administrativo también será certificado.

Las labores de vigilancia en la localidad quedaron a cargo de militares, agentes federales y estatales.