Les preocupó más reafirmar su filiación e ideología de izquierda
Jueves 12 de enero de 2012, p. 36
Más que debatir, los precandidatos de la coalición de partidos de izquierda al Gobierno del Distrito Federal repitieron ayer discursos y propuestas ya conocidas.
Durante más de dos horas, los seis participantes en ese acto –realizado en el hotel Hilton Alameda– insistieron en dejar en claro su militancia o ideología de izquierda, aunque Miguel Mancera se declaró externo; Gerardo Fernández Noroña, libre de subordinación
; Martí Batres y el mismo Fernández Noroña dieron a conocer quiénes serían parte de su gabinete de gobierno y hasta ofrecieron chamba a sus contrincantes; Joel Ortega denunció el uso de recursos públicos, y Alejandra Barrales remarcó que las candidaturas no se inventan, sino se construyen
.
Pero, sobre todo, la mayoría explotaron la relación que tienen o han tenido con los principales líderes del PRD: Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.
A pesar de que el moderador del acto, el periodista Ricardo Rocha, leyó los currículos, cada uno se abocó en su oportunidad en sacar lo mejor de sí, expuso sus propuestas de gobierno y lanzó una que otra provocación que no tuvo respuesta de sus contrapartes.
Más aún, llegaron a coincidir en temas prioritarios para la ciudad como educación, empleo, agua, transporte, alimentación, salud y seguridad, y en ciertos puntos fueron tan similares que Batres se congratuló de que retomaran las propuestas que hizo desde agosto del año pasado.
Testigos de ese intercambio de ideas fueron cerca de 200 invitados, entre ellos diputados locales y federales, líderes nacionales y estatales de PRD, PT y Movimiento Ciudadano, y uno que otro funcionario, que en todo momento cumplieron el acuerdo de no aplaudir o abuchear a ningún precandidato de PRD o PT; el único que les hizo la maldad en el salón fue el deficiente sistema de sonido.
Afuera, un centenar de personas vitoreaban a Joel Ortega, quien fue el único que faltó al acuerdo de no llevar porra, aunque ésta nunca interrumpió las exposiciones.
Batres y Gerardo Fernández Noroña se empeñaron en resaltar sus trayectorias en la izquierda; Mancera defendió su identidad izquierdista con la lógica de que, entre otras cosas, conozco el Metro y los microbuses
, lo que luego veladamente fue rebatido por Alejandra Barrales al asegurar: ser de izquierda no puede ser un requisito que se está dispuesto a cubrir para obtener un cargo
, y hasta pidió a los capitalinos evitar el riesgo de apoyar una izquierda artificial
, en lugar de la izquierda real
que ella representa.
Ortega insistió en cuestionar la inequidad del proceso y la percepción de que se han utilizado recursos públicos para promover la imagen de varios de los precandidatos que están aquí
. Nadie lo rebatió.
Miguel Ángel Mancera ahondó en un plan para una ciudad libre y segura, y Fernández Noroña propuso una batalla frontal contra la corrupción.