La Habana, 11 de enero. El presidente iraní, Mahmud Ajmadineyad, inició este miércoles una visita de menos de 24 horas a Cuba, la tercera escala de su gira por América Latina, que coincide con la espiral de tensiones por las represalias occidentales contra el programa nuclear de Teherán.

En contraste con su muy visible estancia en Caracas y Managua, el líder iraní tuvo en La Habana un programa discreto. Tenía previsto entrevistarse con el presidente Raúl Castro y con el ex mandatario Fidel Castro, y entrada la noche se divulgaron algunas fotografías del encuentro entre ambos gobernantes.

Ajmadineyad dictó una conferencia en la Universidad de La Habana, sin reflejar el actual curso del conflicto que involucra a su país. Tampoco se refirió al atentado con bomba que causó la muerte del científico nuclear iraní Mostafá Ahmadi Roshan, hoy en Teherán, de lo cual el gobierno islámico culpó a Israel y Estados Unidos.

El mandatario subrayó la solidaridad entre Irán y Cuba, y se extendió en críticas al capitalismo y a Estados Unidos. La Universidad le entregó un doctorado honoris causa en ciencias políticas, por sus aportes relevantes al desarrollo y la defensa de su país en todos los órdenes.

Ajmadineyad fue recibido en el aeropuerto por el vicepresidente Esteban Lazo. No hizo declaraciones a la prensa, pero sonrió ante los fotógrafos, haciendo con los dedos una v de victoria. Según su programa, saldrá el jueves muy temprano hacia Ecuador.

Irán tiene una línea de crédito para el comercio con Cuba por unos 700 millones de dólares, pero el intercambio es muy reducido. Según los últimos reportes disponibles en la isla, el valor total fue de 27 millones de dólares en 2009, contra 46 millones en 2008.

Cuba ha comprado vagones de ferrocarril, alimentos y textiles iraníes y ha exportado medicamentos. Según el Ministerio de Comercio Exterior de Irán, las operaciones con el continente americano no llegan al 2 por ciento del total de sus intercambios.

Ajmadineyad estuvo en Cuba en septiembre de 2006, cuando se realizó aquí la cumbre de los No Alineados. Fidel Castro tenía entonces unas semanas de haber salido de la crisis intestinal que lo puso al borde de la muerte y no lo recibió.

Pero en 2010 ambos tuvieron un desencuentro a distancia. En declaraciones a la revista The Atlantic, Castro criticó al iraní por negar la existencia del Holocausto judío y lo instó a reconocer los efectos del antisemitismo en la historia. También defendió el derecho de Israel a existir como Estado, pero consideró que sólo habrá paz en la región si ese país renuncia a sus armas nucleares.

Días más tarde, en Nueva York, Ajmadineyad habló con el canciller cubano Bruno Rodríguez, durante la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas. Medios iraníes reportaron que el mandatario declaró su respeto por Castro y su espíritu revolucionario. El gobierno israelí agradeció en público las palabras del líder cubano.