Los sentimientos, la memoria y los pensamientos son las propiedades privadas importantes en la vida, que nadie debe quitar al hombre, enarbola la escritora Margarita Castillo, voz emblemática de Radio UNAM, quien en su más reciente libro evoca la magia que existe en los lugares más insospechados.

El libro Propiedad privada, conformado por un cuento del mismo nombre –edición personal, como todas las obras que ha creado esta escritora–, integra ahora ilustraciones de Rodrigo Ramírez Muñoz y diseño editorial de Héctor Castilla.

Contrasta con el concepto marxista sobre la propiedad de los bienes de uso y consumo. Los personajes que nacen de la imaginación de la autora, entre recuerdos y sonrisas, revelan qué lugares les pertenecen, los secretos que compartieron en una esquina, sentados en una banca en el parque; los besos apasionados que tuvieron en el portón de una casa.

“Los lugares son tan maravillosos –asevera Castillo– que pueden ser de todos al mismo tiempo. Con este relato la gente descubrirá que existen propiedades que nadie le puede quitar. Las personas creen que tienen algo porque en sus manos hay una factura, pero en cualquier momento te lo arrebatan. En cambio, nadie te puede quitar tus vivencias; ésta es la verdadera propiedad privada.”

Todos los lugares están vivos

En entrevista, la autora y oficiante de la palabra en Radio UNAM comenta que el origen del cuento fue una discusión que sostuvo en sus clases en la universidad sobre el tema de la propiedad desde el punto de vista marxista.

Margarita Castillo se inspiró también en el trabajo del poeta Juan Gelman, quien escribió Bajo la lluvia ajena en 1980, durante su exilio en Roma. La autora plantea en el libro que todos los lugares están vivos y todos tienen su historia, aunque las personas que la hicieron ya no estén.

Otra de las lecturas que ofrece el cuento es el tema de vivir y disfrutar lo que hacemos. Al respecto, señala que hay niños ricos que esperan que alguien les herede un lugar para ser felices, mientras otros en situaciones menos favorables crean su propio mundo.

Hay jóvenes que no son capaces de tener un lugar en el salón de clases con los amigos; vecinos que no conocen a nadie en la colonia, pero hay niños que se hacen su huequito en un camión, cada individuo puede crear su propio lugar, manifiesta Castillo.

Un lugar está lleno de lugares y todos ellos están para que las personas los hagan suyos, escribe en el relato. De esta manera invita al lector para que busque y encuentre su lugar en este mundo, el cual no necesariamente debe ser un espacio, también puede ser un libro, un concierto, una canción.

El libro se refiere a la riqueza de lugares físicos, pero también están presentes las relaciones que surgen entre las personas: el escritor y el lector; el taxista y el usuario; el peluquero y el cliente; el profesor y el estudiante.

Castillo comparte las historias que guardan los lugares, las vivencias que permanecen en la memoria, las personas que se quedaron en el pasado y, al final del texto, el lector se preguntará cuáles son sus lugares.

Propiedad privada –señala la autora– fue realizado con el apoyo y el corazón de varias personas, como Héctor Castilla, Rodrigo Ramírez Muñoz y Carlos Orozco, quienes saben que al unir esfuerzos se puede crear un mundo alterno.

El volumen incluye el prólogo de Miguel Ángel Granados Chapa (1941-2011), quien definió a Castillo como una activista que siempre está dispuesta a poner sus artes a disposición de los demás. Sobre el libro escribió: este relato posee fuerza evocadora. Si no lo hizo, el lector sentirá haber vivido en la colonia Roma o Condesa, donde transcurre la historia.

Margarita Castillo adelantó que dos nuevos libros están en proceso de edición; en ellos aborda temas como los olores, la vida y la muerte.

Como se trata de una edición de autor, los lectores interesados en adquirir un ejemplar de Propiedad privada, pueden escribir al correo electrónico de la narradora: [email protected].