El primer debate de los precandidatos del PAN a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero Arroyo, Santiago Creel Miranda y Josefina Vázquez Mota, derivó ayer en un mero recuento de propuestas sin discusión de ideas. Sólo el ex secretario de Hacienda intentó contrastar las trayectorias de los aspirantes, pero sus señalamientos quedaron en el vacío: ni la ex secretaria de Educación Pública ni el ex titular de Gobernación respondieron a sus planteamientos durante el encuentro. Sólo en entrevistas posteriores abordaron los temas planteados por su contendiente.

Celebrado en el auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional del PAN, el debate de los aspirantes presidenciales dio inicio a las 13.30 horas, mientras afuera del inmueble trabajadores de Mexicana de Aviación realizaban una nueva protesta para exigir solución a la situación de la empresa.

En su primera intervención, Cordero dijo que sí hay diferencias entre los aspirantes. Si bien los tres han sido parte de los gobiernos del PAN, han tenido logros y han sido funcionarios públicos comprometidos, subrayó que él es el único que tiene experiencia para dirigir el país en un momento en el que se prevé turbulencia económica.

Destacó que la economía es como un avión, donde se tienen dos pilotos: el Presidente de la República y el copiloto, que es el secretario de Hacienda. La pregunta es: ¿quién quieren que vaya en control del avión? ¿Aquél que ha estado sentado ahí, que ha piloteado el avión o alguno de los pasajeros con muy buenas intenciones pero que nunca han tocado los controles del avión?

Ese es el dilema y el reto que los panistas tendrán que enfrentar el 5 de febrero, cuando se realice la primera vuelta de la elección del candidato presidencial del PAN, subrayó.

Enfatizó que la segunda diferencia con sus contendientes es que él siempre ha defendido a los gobiernos del PAN y a sus presidentes, Vicente Fox y Felipe Calderón.

A mí me hubiera gustado escuchar a la diputada Vázquez Mota defender desde la tribuna de la Cámara de Diputados las políticas del presidente Calderón y créanme que lo hubiera disfrutado mucho, agregó Cordero Arroyo en el debate que duró una hora, fue moderado por la periodista Adriana Pérez Cañedo y transmitido vía Internet.

El encuentro fue seguido por los medios de comunicación en pantallas de televisión colocadas en la sala de conferencias, en el lobby y el comedor de la sede panista. En este último lugar también había miembros de los equipos de precampaña de los precandidatos, aunque sus colaboradores más cercanos estuvieron aparte, en salones adyacentes al auditorio Gómez Morín.

Cada precandidato asistió con 10 personas, entre colaboradores y sus cónyuges. Siete permanecieron en los salones y tres tuvieron acceso al lugar donde se desarrolló el debate.

Cordero fue acompañado por su esposa Cristina Keller, Rogelio Carbajal y Juan Ignacio Zavala; Vázquez Mota asistió con el diputado federal Carlos Alberto Pérez Cuevas, Roberto Gil –su coordinador de precampaña– y su hija María José, y Creel Miranda por su coordinador Jorge Álvarez, Enrique Barber y Felipe González Castañeda.

Contra lo que se esperaba, Vázquez Mota evitó responder los señalamientos de Cordero. En entrevista posterior, explicó que no encontró ningún sentido en atender las alusiones de su contrincante y afirmó que su trabajo y desempeño hablan por sí mismos.

Recordó que en el Congreso logró la negociación de dos presupuestos y que su labor en San Lázaro le valió palabras elogiosas del presidente Felipe Calderón. Además, sostuvo, los adversarios están afuera del PAN.

Durante el debate, la ex secretaria de Educación Pública manifestó que el próximo primero de julio no sólo hay que defender lo que se ha construido en los gobiernos del blanquiazul, sino decidir con qué país vamos a vivir el resto de nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos. Los mexicanos no podemos permitir el retorno del autoritarismo ni el regreso del populismo: ni PRI ni PRD.

La diputada con licencia se mostró confiada en ganar la candidatura presidencial de su partido el 5 de febrero, en la primera ronda electoral, y consideró que sería imposible revertir las tendencias que marcan las encuestas y que la ubican en primer lugar de las preferencias de los panistas.

En entrevista posterior, Ernesto Cordero destacó que los sondeos de opinión no son definitorios y no hay nada irreversible. Se gana en las urnas, enfatizó.

Al término del encuentro, que transcurrió sin sobresaltos y por momentos pareció plano y aburrido, se preguntó a Santiago Creel por qué no había respondido a las alusiones del ex titular de Hacienda.

El senador con licencia puntualizó que no había necesidad de hablar de algo obvio. Recordó que él fue quien defendió a Felipe Calderón para que pudiera rendir protesta en San Lázaro.

Sostuvo que conoce de economía, gracias a lo cual sacó adelante, como senador, varias reformas en esa materia y resaltó que las modificaciones legislativas se lograron aun cuando el PAN estaba en minoría.

Creel Miranda agregó que cuenta con experiencia en áreas sensibles, como el manejo de la seguridad del país, y en ese rubro tiene resultados contantes y sonantes. Refirió que cuando encabezó la Secretaría de Gobernación redujo los niveles de violencia, junto con el gabinete de orden y respeto, a casi la mitad en cinco años.

Asimismo, aseguró que tiene la experiencia de gobernar con estabilidad, pues en Gobernación enfrenté múltiples conflictos sociales, políticos y civiles, y puedo decir que no hubo pérdida de vidas humanas y tampoco recomendación por violaciones a los derechos humanos.

A final, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, se mostró orgulloso del debate. Hubo un pacto de no agresión y se cumplió; se logró un buen resultado, enfatizó.

En tanto, colaboradores de los aspirantes a la Presidencia reconocieron que le faltó flexibilidad al encuentro y por esa razón por momentos se vio plano.