El Panal ya no está en condición de aliarse con AN, afirma
Domingo 22 de enero de 2012, p. 7
Guadalajara, Jal., 21 de enero. Enrique Peña confirmó que la ruptura de la coalición del PRI con Nueva Alianza significa que él tampoco será ya el candidato a la Presidencia por el partido de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo Morales. Frente a ello, afirmó, el Revolucionario Institucional confía en la fortaleza de sus estructuras y en persuadir a la sociedad mexicana con su propuesta y compromiso.
Lo ocurrido fue una falta de conciliación en los intereses de cada uno y eso nos llevó a definir, de manera mutuamente acordada, que cada partido fuera por su cuenta
, explicó.
Sobre la especie surgida el viernes, de que ante el fracaso de su pacto con el PRI, Gordillo Morales habría buscado un acercamiento inmediato con el PAN, el abanderado tricolor dijo: “Ya no está en condición (de irse con el blanquiazul) pues el tiempo para las alianzas ya se cerró”.
Peña Nieto regresó hoy por primera vez a Guadalajara luego de su errática participación en la Feria Internacional del Libro a principios de diciembre último. Esta vez estuvo ante auditorios que difícilmente podrían ponerlo en aprietos. Primero atendió la invitación de los industriales de la Concamin y por la tarde se presentó en Zapopan ante miles de priístas.
En atropellada conferencia de prensa, el priísta se refirió a la cancelación del pacto electoral con quien muchas veces presumió cercanía y afinidad política, la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo. El sentido original de quienes signaron el Compromiso por México
fue postular candidatos de gran competitividad.
Así, ante la interrogante de qué representará esta ruptura en términos de costo-beneficio para su causa, puntualizó: Estoy en esto con el solo propósito de ganar el respaldo y la confianza de la mayoría de la sociedad mexicana, y esto no se encuentra sujeto al tema de las alianzas ni de los acuerdos con otras fuerzas políticas
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Asentó: Al final de cuentas será la sociedad la encargada de juzgar a los candidatos
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Por la tarde, con evidente regocijo al reunirse con un priísmo que si bien a nivel de las cúpulas y para repartirse posiciones logró la unidad, pero que no pudo llenar el gigantesco Teatro Telmex, Enrique Peña se comprometió a realizar una campaña donde pondrá en práctica un esquema como el aplicado en el estado de México para firmar en cada entidad compromisos específicos.
Huecos palpables
Aunque cinco de los ocho municipios de la zona metropolitana son gobernados por el PRI, los huecos en el auditorio fueron visibles, si bien los asistentes aclamaron e interrumpieron a su abanderado en innumerables ocasiones y su arribo hasta el escenario sumó otros 40 minutos a los que ya de por sí traía de retraso para llegar a la cita.
Peña Nieto se veía muy distinto –pleno, eufórico– frente a tales muestras, respecto del que hace apenas 50 días no logró, aquí mismo, nombrar tres libros. Porque a la algarabía se añadía la posibilidad de mostrarse frente a sus seguidores, acompañado del candidato a la gubernatura, Aristóteles Sandoval, y los aspirantes al Senado, Alfonso Zamora y Héctor Vielma, en claro mensaje de músculo partidista.
Fue tal su contagio, que llegó a pedir que lo adopten jalisciense. Parafraseó a la izquierda para asegurar que el PRI unido jamás será vencido
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Con la misma certeza que por la mañana había dicho que sí a todo lo solicitado por la cúpula industrial del país, ante el priísmo de base aseguró que en la competencia hay que asumir compromisos para dar certidumbre a la sociedad
e insistió en ubicar en el PRI la mejor oferta para resolver los problemas más sensibles y dar nuevos horizontes al país
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