A pesar de que el presidente de la Comisión de Energía del Senado, Francisco Labastida, considera que hay avances importantes entre México y Estados Unidos para llegar a un acuerdo que permita la perforación y explotación petrolera en la región del Golfo de México conocida como Polígono Occidental u Hoyo de Dona, la extensión de la moratoria hasta enero de 2014, así como la prolongación de las pláticas entre ambos países, que se había previsto que terminaran el pasado diciembre con un acuerdo, debe interpretarse como el estancamiento de negociaciones, sostienen especialistas.

Este retraso, agregan, afecta particularmente a México que se ve impedido de acceder a una parte de los 22 mil 500 millones de barriles de crudo que se encuentran en aguas profundas, frente a la presión de empresas extranjeras que se encuentran ya en capacidad de extraerlos.

La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y cabeza de las negociaciones, Patricia Espinosa, explicó en 2011 que el calendario propuesto por ambas naciones consideraba llevar a cabo una serie de contactos técnicos para explorar los alcances y ámbitos de aplicación del acuerdo. Seguirían tres rondas formales de negociaciones con el objetivo de lograr un acuerdo hacia finales de 2011, lo cual no sucedió.

La funcionaria aclaró que dicho calendario no obliga a una negociación precipitada.

Nos han informado a legisladores del PAN, PRI y PRD en las reuniones con Petróleos Mexicanos y la cancillería sobre los avances y los cambios de posiciones de las partes negociadoras. Tengo entendido que hay avances importantes y quedamos en que tendríamos una reunión a principios de año para ver cómo íbamos. Pero hasta donde tengo noticia, no se ha llegado a ningún acuerdo, afirmó en entrevista el senador del Revolucionario Institucional, Francisco Labastida, quien recordó que el eventual acuerdo debe ser aprobado por el Senado.

Avanza la actividad de las empresas trasnacionales

El 23 de junio pasado la cancillería informó en un comunicado que ambos gobiernos acordaron renovar la moratoria hasta 2014.

Sergio Benito Osorio, ex diputado federal y miembro del Observatorio Ciudadano de la Energía, destaca que los antecedentes más sobresalientes de la negociación, durante la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa, se ubican en 2008.

Justamente en medio del debate nacional que abrió el gobierno federal para modificar el marco legal de la actividad petrolera, a fin de poder aprovechar el tesorito escondido en las aguas profundas del Golfo de México. Sin embargo, es evidente que ninguno de los dos países ha presentado una propuesta sobre la mesa para aprovechar los yacimientos de hidrocarburos que pudieran atravesar la frontera.

El especialista sostiene que, como en el pasado, “la iniciativa ha sido tomada por el gobierno mexicano bajo un impulso precautorio ante el avance de la actividad de las empresas trasnacionales… La prórroga del tratado puede ser interpretada como un estancamiento de la negociación, y ello no conviene a México”.