El mesianismo de los independientes
arece que nuevamente los llamados electores independientes
definirán quién llegará a la presidencia de EU el próximo noviembre. Según la más reciente encuesta de The New York Times y la cadena de televisión CBS, 60 por ciento está decepcionado con el presidente Obama por su incapacidad para resolver los problemas económicos. Fue este sector, que representa aproximadamente 40% del total de los electores, el que dio el triunfo a Obama en 2004; por ello su cambio de parecer pone en peligro su relección el próximo noviembre.
Una vez más este gelatinoso
sector de votantes pone de manifiesto su volubilidad y nula identificación con un proyecto político definido. En 2004 vio en Obama al salvador providencial de una crisis cuyas semillas habían sido sembradas al menos tres décadas antes. Lo que no entendieron, o no quisieron entender, es que se iniciaba un largo camino para rescatar el capitalismo de sus propios excesos y aberraciones. Tal vez el error de Obama ha sido la tersura con que ha tratado a los responsables de la crisis y no haber enfatizado con más fuerza los profundos problemas y vicisitudes que enfrentaría el país para superarla. De los obstáculos que los adversarios republicanos, incluso algunos compañeros de partido del presidente, han puesto para que fracase su proyecto, no parecen haberse enterado los independientes
, que ahora le reprochan falta de entereza.
Por los resultados que arrojan los sondeos que comparten diversas publicaciones, como The Economist, el pre candidato republicano Mitt Romney es el mejor calificado para desplazar a Obama de la Presidencia, no obstante el revés sufrido el sábado pasado en el ultraconservador estado de Carolina del Sur. En el perfil que hace de Romney, asoma la idea de que incluso está mejor calificado para sacar de la crisis económica al país, gracias a su experiencia como empresario
; aunque el costo neto de ese éxito es haber dejado sin empleo a miles de los trabajadores, según lo han dicho sus compañeros de partido. Después de todo, de eso se trata el capitalismo, argumentarían no pocos de los votantes independientes
que ahora critican a Obama.
Desde ahora se observan ya las primeras escaramuzas de lo que será la campaña por la Presidencia. Por un lado, se ponderará la moderación de un capitalismo acotado, en el que la ganancia no deje de ser el principal motor económico preservando las redes históricas de protección social a cargo del Estado establecidas a lo largo del siglo pasado. Por otro, se exaltará a la empresa como eje de la sociedad y rectora de sus normas de convivencia, insistiendo en la reducción del Estado que deberá intervenir solamente para coadyuvar en las condiciones óptimas del desarrollo de las empresas, no importando la desmedida ambición de quienes las dirigen.
Para fortuna de 99%, ya volvieron a la carga los ocupantes de Wall Street.