Como no han podido ganar en casa en el actual torneo, los Cementeros se sienten frustrados, confesó ayer Alejandro Vela. Ya dejamos ir cuatro puntos y eso era algo que no podíamos permitir si queremos llegar a la liguilla, apuntó.

La actuación del pasado fin de semana ante Pachuca no los dejó “nada contentos, porque el avance que habíamos tenido de la fecha uno a la dos había sido bastante notorio. El partido contra Atlas nos dejó muy tranquilos con el trabajo que se hizo, y el sábado otra vez salimos con ese sentimiento de que el equipo no jugó bien.

“También se presentó –agregó– que quedamos con un hombre más, pero a la larga nos perjudicó, pues el Pachuca se echó para atrás y jugó a contragolpear. Entonces, el partido se cerró y no encontramos los espacios, no supimos abrir al rival y eso hizo que nos desesperáramos.”

En la conferencia de prensa en las instalaciones de La Noria, Vela rechazó que La Máquina se volviera predecible en casa. Los rivales saben cómo jugar. Se vienen a encerrar; entonces, cualquier equipo, sea muy bueno o muy malo, se te complica, y eso hace poco a poco que el local se desespere, y eso nos ha pasado.

La desesperación, estimó, ha provocado que empiecen “a hacer cosas ilógicas, cuando el profe (el técnico Enrique Meza) lo único que nos pide es jugar fácil; los rivales vienen a tratar que Cruz Azul no gane los partidos y hasta ahora les ha salido bien, se han llevado puntos del (estadio) Azul, algo que no habíamos permitido en torneos anteriores”.

Confía en que puedan recuperarse el próximo sábado en su visita al Atlante, aunque vamos a una cancha complicada. Puntualizó que el equipo de Cancún se arma y se desarma cada torneo y pareciera que no va a pintar para nada, pero siempre la gente que llega hace cosas interesantes, como hasta el momento.

Héctor Gutiérrez, por su parte, comentó también que molesta al grupo los dos empates que llevan en su cancha, pero sabemos que falta todavía, que el torneo va empezando.

Sobre los abucheos que han recibido de los aficionados, dijo que ellos pagan su boleto y tienen todo el derecho de expresar lo que sienten.