Apoyo gubernamental sin precedente para reproducir la herbolaria en casos de arritmia
Volver a la normalidad un ritmo cardiaco irregular con un medicamento que tiene muy pocos efectos secundarios, la meta, dice experto
La tian shan xue lian crece en la sierra tibetana
Miércoles 25 de enero de 2012, p. 2
Hong Kong, 24 de enero. Las leyendas chinas han exaltado largamente los beneficios de la tian shan xue lian, una rara flor blanca que se encuentra en las montañas nevadas y que es venerada como la panacea, un elixir tan poderoso que supuestamente puede resucitar a los muertos.
En los laboratorios de Shanghai y Hong Kong los científicos analizan esa planta, una flor arrugada del tamaño de un aguacate, a partir de la que esperan desarrollar una nueva medicina para tratar latidos cardiacos irregulares o fibrilación atrial, enfermedad que eleva el riesgo de accidente cerebrovascular.
En la búsqueda de nuevos y mejores fármacos, los científicos rexaminan las medicinas tradicionales chinas (TCM, por sus siglas en inglés), raíces y hierbas que han sido utilizadas miles de años, para encontrar y reproducir los ingredientes activos que puedan ser convertidos en medicamentos y ser fácilmente fabricados y consumidos.
Pero a diferencia de muchos fabricantes de medicamentos chinos que ya venden TCM en polvos y cápsulas, los científicos darán un paso más adelante al someter estos medicamentos experimentales a rigurosas pruebas clínicas para que tengan mayor aceptación a nivel global.
“Esta flor ha sido usada durante miles de años en Xinjiang, en el Tíbet y en India para tratar una serie de enfermedades (...) Los chinos la han utilizado para el ‘latido cardiaco desordenado (arritmia)’”, dijo Li Guirong, profesor de cardiología en la Universidad de Hong Kong.
He trabajado ocho años en esto. Nuestra meta es volver a la normalidad un ritmo cardiaco irregular (...) con un medicamento que tiene muy pocos efectos secundarios
, explicó.
Herramientas de diagnóstico, otro de los objetivos
Mientras Pekín cambia su motor de crecimiento a industrias más limpias y compromete mil 700 billones de dólares para los próximos cinco años para impulsarlas, los científicos chinos reciben un apoyo gubernamental sin precedente para desarrollar mejores fármacos y herramientas que diagnostiquen enfermedades crónicas, como afecciones de corazón y cáncer.
Respaldados por fondos del gobierno, Li y sus colegas en el Instituto de Materia Médica, de Shanghai, comenzaron a estudiar hace ocho años la tian shan xue lian, o Herba saussureae involucratae, que crece a 3 mil metros sobre el nivel del mar en la sierra tibetana. Extrajeron el ingrediente clave, acacetin, y crearon su gemelo sintético. Los exprtos tuvieron éxito en los experimentos en perros con fibrilación atrial.
Ahora están refinando el compuesto y esperan empezar con ensayos en humanos junto con el grupo China National Pharmaceutical, matriz del mayor distribuidor de fármacos del país: Sinopharm.
Recibimos una patente para el compuesto (acacetin) y espero convertirlo en un medicamento junto con Sinopharm. Pretendemos introducirlo en el mercado chino e internacional
, dijo Li.
Aunque la medicina tradicional china ha sido utilizada miles de años es mucho menos aceptada y entendida fuera del país. Al someter los compuestos derivados de la TCM a ensayos clínicos, los expertos esperan probar su eficacia y venderlos en los mercados extranjeros.
Coincidiendo con el impulso de China para modernizar su sector interno de medicamentos, las farmacéuticas occidentales incursionan en el país para mantener los márgenes en medio de una caída de patentes y de ingresos en los mercados. Sólo en los pasados dos meses, Merck, Pfizer y Astrazéneca anunciaron ambiciosos planes de investigación con las compañías chinas para diseñar nuevas drogas para pacientes chinos y también dieron a conocer proyectos de expansión de su red de distribución.
La razón es simple: el mercado de prescripciones de China, que se espera sea el segundo más grande del mundo en 2020, estará valuado en más de 110 mil millones de dólares para 2015, desde unos 50 mil millones de dólares registrados en 2010, según varias investigaciones de industrias.
Algunos expertos en el país dicen que gran parte de los recursos son dirigidos silenciosamente a la investigación de la medicina tradicional y que los fármacos más efectivos finalmente estarán entre las medicinas más recetadas del mundo.
En los pasados dos años, el gobierno asignó mil 60 millones de dólares para apoyar a las compañías biotecnológicas y a la búsqueda de nuevos medicamentos.
Competencia internacional
Aparte de Sinopharm, cuyo objetivo es competir a escala mundial con fármacos de calidad, otros notables productores son el grupo Yunnan Baiyao, que fabrica un polvo que detiene hemorragias; la farmacéutica Zhangzhou Pientzehuang, y Jiangsu Hengruli Medicine, todos dispuestos a poner más recursos en los próximos cinco años.
Pekín Tongrentang se enfocará al desarrollo de productos a partir de ingredientes naturales extraños que tienen fuertes cualidades medicinales, mientras China Shineway Pharmaceutical dará prioridad a las medicinas patentadas y protegidas por el Estado.
Este cambio de enfoque –que trabaja con elementos de la medicina tradicional para encontrar el componente activo– fue impulsado gracias a uno de sus exponentes más conocidos: el fármaco artemisinina, que combate la malaria. Es un derivado del arbusto del ajenjo dulce que ha sido utilizado miles de años para tratar esa enfermedad.
Un proyecto del Ejército chino en la década de 1960 consiguió aislar el compuesto activo y desde ese momento se convirtió en la mejor defensa contra ese mal. Veremos un nuevo equilibrio lejos de lo que era un exclusivo enfoque en fármacos químicos occidentales para incluir más medicinas tradicionales chinas
, dijo Jason Mann, analista de productos farmacéuticos en Hong Kong. El gobierno chino está apoyando la medicina tradicional. Es una herencia clave, algo de lo que debemos estar orgullosos.