Aproximadamente 35 mil habitantes de la zona serrana del municipio de Sinaloa, en la entidad del mismo nombre, viven en condiciones de extrema pobreza y entre ellos hay casi 3 mil tarahumaras que no tienen nada qué comer, afirmó el alcalde Saúl Rubio Valenzuela.

Informó que la administración que él encabeza lleva ropa, comida y cobijas a los necesitados, tareas que se hacen más difíciles por la lejanía y la orografía de la Sierra Madre Occidental. La región, agregó, colinda con Chihuahua y muchos tarahumaras emigraron a Sinaloa en busca de alimentos y un lugar para vivir.

Rubio Valenzuela indicó que se tiene el reporte de que una persona murió por desnutrición, pero dijo desconocer más datos. Añadió que se trabaja para evitar que casos como éste se repitan, y la prioridad es proteger a niños, mujeres embarazadas y ancianos.

Anunció que se enviarán despensas y otros apoyos cada mes y se buscará abarcar el mayor número de comunidades y familias en extrema pobreza.

Tardan apoyos para Chihuahua

La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) de Chihuahua informó este martes que los apoyos por la sequía se entregan de manera puntual a grupos indígenas de la entidad, pero el auxilio llega rezagado a comunidades de menos de cien habitantes, poblados a los que se llega luego de caminar hasta ocho horas.

La CEDH afirmó en un comunicado que las instancias gubernamentales deben hacer un gran esfuerzo para incluir en programas asistenciales a habitantes de comunidades alejadas.

El ombudsman chihuahuense, José Luis Armendáriz González, indicó que la realidad que se vive en las más de 7 mil comunidades indígenas de la sierra de Chihuahua es delicada, por la nula producción de alimento por la sequía recurrente, con el único alivio del apoyo institucional que se les brinda. Criticó que hay inconsistencias en la distribución de ayudas, por lo apartado de las comunidades pequeñas, problema que se atiende de manera pronta y eficaz.

Explicó que “se llevó a cabo una intensa gira de trabajo por los principales municipios de la sierra chihuahuense (Carichí, Bocoyna, Guachochi, Balleza y Guadalupe y Calvo), donde se asientan las principales etnias, para conocer de los propios indígenas la situación que padecen por la falta de alimentos y confirmar que es mentira la versión de suicidios masivos.