Desde 1994 se han practicado 145 procedimientos en el Centro Médico Nacional del IMSS
Quiero ayudar a otros que, como yo, necesitan que alguien les dé una nueva oportunidad
Miércoles 25 de enero de 2012, p. 43
Rosa María inició ayer una nueva vida. Luego de casi ocho años de una enfermedad cardiaca que la fue minando y prácticamente la dejó sin esperanza, tuvo la suerte de encontrarse con médicos comprometidos que la ayudaron a obtener un corazón nuevo, el cual le trasplantaron el 14 de enero en el Hospital General del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Fue suerte, porque llegar aquí no es fácil. Yo vine sola, sin cita y encontré al doctor Zetina, a quien me habían recomendado que buscara
. No la iba a atender así nada más; de hecho, el especialista le dijo que pidiera la cita, pero cuando vio mi hoja y que traía un marcapasos resincronizador, él mismo me dio fecha
para la evaluación. Era agosto de 2011.
Esta mujer de 57 años de edad relata su historia con emoción en la que fue su habitación durante tres semanas. No importa que en los días recientes la haya repetido ya varias veces. Tampoco se cansa de recordar ni de agradecer a todos los médicos del Seguro Social que desde 2004 la han ayudado para que hoy, tenga una nueva vida.
Con más energía, luego de 14 días de la cirugía de trasplante, recuerda que innumerables veces le dijeron que ya no había más para ella. Me desahuciaron, sobre todo luego de que presentó muerte súbita en tres ocasiones durante 2008.
Nadie sobrevive a eso
, le dijo el médico Alberto Sánchez, del Hospital General de Zona 27 del Seguro Social, y de todas maneras la apoyó para que le colocaran un marcapasos con características especiales para que pudiera controlar la cardiomiopatía dilatada que la afectaba.
Así empezó su camino hacia el trasplante, y del Hospital de Especialidades de La Raza llegó al Hospital General del mismo CMN con el doctor Zetina y luego con Guillermo Careaga, quien acumula una experiencia de más de 40 trasplantes de corazón realizados desde 1988, cuando participó en la primera de estas cirugías sustitutivas en México, efectuada por Rubén Argüero.
Ayer Careaga dio de alta a tres pacientes más: Rosa María, Erika y Alfonso, quienes regresaron a sus casas, con mejores condiciones físicas para reintegrarse a una vida normal. Con alguna disciplina para conservar una buena salud y los medicamentos que les ayuden a evitar el rechazo del órgano trasplantado, los pacientes pueden, incluso, realizar algún tipo de ejercicio físico.
Para el hospital General de La Raza es un récord que en menos de una semana se hayan realizado cuatro trasplantes de corazón –el más reciente fue el viernes. Desde 1994 acumula 145 procedimientos de este tipo y se requieren más, comenta el director del nosocomio, Jaime Zaldívar. Cinco personas están en espera de un corazón.
Para Rosa María, el trasplante que le dio un nuevo corazón representa la oportunidad de empezar de nuevo, pero de otra manera
. Antes, dice, todo era trabajo y responsabilidades
.
Ella es la jefa de familia, y con su profesión de contadora sacó a sus hijos adelante. Ahora, dijo, tengo un nuevo corazón y lo voy a disfrutar, pero ya no trabajando. Tengo planes. Quiero escribir mi experiencia de estos años y ayudar a otros que, como yo, necesitan que alguien los tome y les dé una nueva oportunidad
.