Obras de infraestructura a cargo del sector público y servicios de proveeduría, con un valor equivalente a 10 por ciento del producto interno bruto, se encuentran protegidas de incumplimiento por una fianza, reveló Juan Segura Warnholtz, presidente de la Asociación de Compañías Afianzadoras de México (Afianza). Anticipó que el gasto en obra pública federal se concentrara en el primer semestre del año, con una marcada desaceleración en la segunda parte del ejercicio, en concordancia con el proceso electoral. Este será un año difícil desde el punto de vista de la obra pública y la proveeduría, comentó Segura Warnholtz, quien desde este miércoles preside Afianza, entidad que agrupa a las 15 empresas afianzadoras que operan en el país. Explicó que usualmente en los años en que se realizan elecciones presidenciales, la administración, tanto federal como estatales, concentran el gasto en obra pública en la primera mitad del año y lo disminuyen en el segundo semestre. Prácticamente la totalidad de la obra pública y de las ventas a los gobiernos federal y estatales están amparadas por una fianza que protege al contratante del servicio de algún incumplimiento del constructor o proveedor, explicó. Tres cuartas partes de todo el volumen de negocio del sector afianzador es realizado con el gobierno, informó.