Viernes 27 de enero de 2012, p. 27
Lisboa. Unos 36 mil indignados pidieron ayer la cabeza del presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, luego de que el gobernante se quejó la semana pasada de su escasa pensión tras recibir un anuncio de que también él se verá afectado por los cortes de gastos sociales. Voy a recibir mil 300 euros... no voy a poder hacer frente a mis gastos
, se quejó. Lo que no dijo es que esa es sólo una de sus pensiones. Ante esto, ciudadanos, la oposición y los medios firmaron en Internet una petición de renuncia, y la cifra de firmas crece con rapidez desde el sábado pasado.