l doctor Agustín catarrito Carstens tuvo a bien pronosticar que en 2012 México no crecerá lo que necesita para comenzar a salir del hoyo, aunque según dice la economía se comporta relativamente bien. Si las cosas van tranquilas, y no hay visos de que así será, tal avance sería de 3.5 por ciento, proporción que sólo alcanza para mantener las cosas como están, es decir, en la tradicional mediocridad y en la histórica insatisfacción de las necesidades sociales.

Que la economía se comporta relativamente bien lo confirma el hecho de que la tasa de crecimiento en el calderonato resulta la más reducida desde el sexenio de Miguel de la Madrid: 1.6 por ciento como promedio anual, en el mejor de los casos, aunque puede empeorar, toda vez que 2012 se observa como un año de no pocas alteraciones. De hecho, como apunta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, los resultados de los indicadores económicos dados a conocer en la semana del 16 al 20 de enero del presente año muestran un escenario de incertidumbre y volatilidad. En México, el reporte del sistema de indicadores cíclicos advierte que la actividad económica de nuestro país entrará a una fase de recesión debido al deterioro del tipo de cambio real, del empleo en las manufacturas y del índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, entre otras.

Por lo que toca al motor de la economía mexicana, Estados Unidos, el CEFP señala que los reportes positivos de producción industrial y mercado laboral, así como la moderación del ritmo de crecimiento de los precios, muestran una recuperación temporal de la actividad económica de ese país. Lo anterior también se evidenció con la caída en el número de solicitudes de desempleo y el repunte tanto de las manufacturas como de la construcción. Sin embargo, persisten algunos problemas como la cartera vencida de hipotecas y la probabilidad de una recesión en la eurozona. En el ámbito internacional, la incertidumbre de los mercados internacionales se vio alimentada por el recrudecimiento de la crisis europea y el menor dinamismo de la actividad económica de algunas economías como China y Brasil, lo que confirma las menores perspectivas de crecimiento mundial publicadas recientemente por el Fondo Monetario Internacional.

Sobre el empleo en el país, el CEFP recuerda que recientemente el Inegi informó que la tasa oficial de desocupación en diciembre pasado se ubicó en 4.51 por ciento de la población económicamente activa, para una reducción de aproximadamente 220 mil personas. La tasa de desocupación sin efectos estacionales se ubicó en 5.04 por ciento, la más baja desde enero de 2009. No obstante, dicha reducción pudo haber sido originada por una disminución en la PEA, ya que en noviembre de 2011 ésta representaba el 59.6 por ciento de población en edad de trabajar, pero en diciembre bajó a 59.2 por ciento; es decir, aproximadamente 300 mil personas dejaron el mercado laboral.

Lo anterior implica que si las personas que dejaron de buscar trabajo (reducción en la población económicamente activa) formaban parte de la población desocupada del mes anterior, la reducción en la tasa oficial de desocupación podría estar reflejando la salida de personas del mercado laboral, y no una disminución en la desocupación. A pesar de ello, es importante mencionar que la mayoría de los indicadores de empleo divulgados en el reporte mensual de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo muestran una mejoría en términos anuales. De diciembre de 2010 a diciembre de 2011 se puede observar un crecimiento tanto en la cantidad de personas que entró al mercado laboral, como en la ocupación; por ello la tasa de desocupación se redujo de 4.94 a 4.51 por ciento, y la PEA creció de 57.1 a 59.2 por ciento de la población en edad de trabajar. El único indicador que mostró deterioro fue el de subempleados (quieren y pueden trabajar más tiempo, pero no hay dónde), que reportaron un crecimiento de 6.8 a 8.2 por ciento en el último año.

Habrá que esperar los resultados de la ENOE correspondiente al cuarto trimestre (2011), donde se podrán analizar los distintos indicadores de calidad en el empleo. Por lo pronto, al tercer trimestre de 2011 se sabe que la distribución por salarios ha empeorado en los últimos dos años, la informalidad ha crecido a niveles récord, y los salarios permanecen estancados. Aunado a ello, el Banco de México ha reportado que el país se encuentra en una fase de desaceleración, lo que podría poner en riesgo la situación del mercado laboral en los próximos meses.

El consumo interno es otro factor relevante. Al respecto, el citado centro de estudios indica que la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) dio a conocer el desempeño en ventas de sus afiliadas durante diciembre de 2011, las cuales muestran un crecimiento de 3.8 por ciento en términos nominales (a tiendas iguales, es decir, excluyendo aquellas con menos de un año de antigüedad); lo que se traduce en una caída en términos reales de 0.02 por ciento, cifra inferior en 0.59 por ciento respecto al mismo mes del año previo. Así para el periodo enero-diciembre, el volumen total de ventas presentó un crecimiento real anual de 1.6 por ciento, cifra superior en 2.3 puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2010. Por lo tanto, las ventas acumularon 984 mil millones de pesos (integrando todos los tipos de tienda).

La ANTAD atribuye el comportamiento de las ventas durante 2011 a factores positivos y negativos; entre los primeros destacan: recuperación económica, intensa actividad promocional de las cadenas asociadas y crecimiento del crédito a consumidores. Entre los negativos se encuentran: problemas de inseguridad pública, inestabilidad económica internacional y comercio ilegal. De acuerdo con sus estimaciones, se espera que al cierre de 2012 el crecimiento nominal de las ventas de sus afiliadas a unidades iguales sea de 4.5 por ciento, menor en medio punto porcentual respecto a la cifra observada en 2011. Por lo tanto, el consumo, como motor del mercado interno, se encontrará limitado para permitir una recuperación sostenida de la economía para este año.

Las rebanadas del pastel

Aquel que culpó a los trabajadores de ser los causantes de la crisis de Mexicana de Aviación (son los altos salarios que cobran, dijo) y se dedicó a ocultar la información sobre el estado real que guardaba esa empresa, ahora está en la picota. Manuel Borja, ex director de la aerolínea, es acusado de fraude fiscal (404 millones de pesos por impuesto sobre la renta), de tal suerte que la PGR solicitó su aprehensión a un juez federal. Sólo falta Gastón Azcárraga.

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