Ernesto Cordero presumió músculo VIP al reunir en el World Trade Center a tres gobernadores, cuatro secretarios de Estado, decenas de senadores, alcaldes, diputados y otros personajes del Partido Acción Nacional (PAN).

En vísperas de la elección interna, el precandidato panista a la Presidencia admitió que no faltará quien diga que quisieron mostrar el músculo del candidato oficial cuando su aspiración se construyó en la adversidad, con los libres.

Ya basta de ese doble criterio, porque lo que es virtud en otros proyectos, ahora resulta que es un problema en nuestro proyecto, expresó, mientras le aplaudían y lanzaban porras y gritos de ¡Ernesto, Ernesto!

Sin mencionar a Josefina Vázquez Mota, a quien ha acusado de no debatir, aseguró que el PAN necesita un candidato que pueda ganarle a Enrique Peña Nieto y a Andrés Manuel López Obrador, que responda a preguntas cuando se le formulan y no le dé miedo decir las verdades.

No nos equivoquemos: el contraste no está en el género; está en las ganas de debatir y de ganar, expresó.

Arropado en el escenario por sus coordinadores en los estados y los gobernadores de Sonora y Guanajuato, Cordero aseguró que necesitan un candidato sin sensiblerías, que no se avergüence de gobernar con panistas.

Sentados en mesas estilo bar lounge, donde se sirvieron vino y otras bebidas, se encontraban cuatro secretarios: José Antonio Meade, de Hacienda; Salomón Chertorivski, de Salud; Abelardo Escobar, de la Reforma Agraria, y Dionisio Pérez Jácome, de Comunicaciones y Transportes.

Cordero insistió en reivindicar las dos presidencias panistas y en usar su nueva frase surgida de la pifia cometida en el debate panista, la de Vicente-Calderón-Cordero.

Puso especial énfasis en alabar a Calderón, porque el electorado lo apoyó frente al populismo de López Obrador.

Envió un abrazo a Miguel Ángel Yunes Márquez, quien, dijo, sufrió un artero atentado.

Antes, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, hizo un encendido discurso en favor de Cordero, ya que este caballo no solamente ha alcanzado, sino superado con trabajo y va a ganar el voto de los panistas.

Con ello secundó al sonorense Padrés, quien planteó lo mismo y afirmó que los gobernadores del PAN están convencidos de hacer lo correcto al apoyar al ex titular de la Sedeso.

Otro gobernador que estuvo presente fue el de Baja California, José Guadalupe Osuna Millán, y no fue visto en ese acto el de Morelos, Marco Adame.

Héctor Larios, ex coordinador de los diputados panistas y aspirante al Senado, fue otra de las figuras relevantes del blanquiazul que ensalzó al aspirante presidencial por haber encabezado una campaña relámpago y por ser el único con potencial para crecer en la contienda con el PRI y el PRD.

El diputado Arturo García Portillo hizo alarde de la fuerza del precandidato en la Cámara de Diputados, al comentar: los de Josefina se cuentan; los de Cordero se pesan. Y añadió que este fue un cierre de campaña VIP.

Resaltó que la competencia es entre Cordero y Vázquez Mota, ya que Santiago Creel va a terminar colapsando.

Además, cobijaron al anterior secretario de Hacienda ex funcionarios como Georgina Kessel; el director de la Conagua, José Luis Luege, y una decena de diputados federales, entre ellos Bonifacio Herrera, Enrique Torres, Rosi Orozco, Silvia Pérez, Leonardo Guillén, Ignacio Seara, Laura Estrada y Ema Larios.

Asimismo, acudieron el alcalde Fernando Larrazabal y asambleistas como Lía Limón, Fernando Rodríguez y Mariana Gómez del Campo.

El festejo, como lo denominó el anfitrión, duró casi tres horas, porque Cordero dio varias vueltas al escenario para saludar a los invitados, tomarse fotografías e insistir en que ganará en la primera vuelta.