Miguel Ángel Soto Parra, fundador del cártel de Los Zetas, es uno de los más de 50 testigos protegidos que comparten autoridades de México y Estados Unidos, y que de acuerdo con funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional, en febrero de 2011 habría acompañado a los agentes de Migración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que fueron atacados en la carretera México-Querétaro y en donde falleció el estadunidense Jaime Zapata.

La información recopilada refiere que los señalamientos que ha hecho contra los ex gobernadores de Tamaulipas Eugenio Hernández, Manuel Cavazos y Tomás Yarrington, están dirigidos a que la Procuraduría General de la República (PGR) considere a los ex mandatarios priístas como colaboradores de las actividades del cártel del Golfo, y por ello recibían diversas cantidades de dinero.

Los funcionarios entrevistados indicaron que Soto Parra, quien fue detenido en 2009, es considerado por las agencias estadunidenses como una persona protegida internacionalmente, que ha proporcionado información tanto de su grupo Los Zetas, como de los supuestos vínculos que tienen integrantes del cártel del Golfo con funcionarios públicos.

Los Zetas y el cártel del Golfo se dividieron tras la extradición de Osiel Cárdenas Guillén y han mantenido una disputa por el control de sus zonas de influencia.

Las fuentes consultadas relataron que la agresión que integrantes del cártel de Los Zetas realizaron a una camioneta de lujo, blindada y con placas diplomáticas el 15 de febrero de 2011, y que dejó como saldo una persona muerta, puso al descubierto que trasladaban a un testigo protegido de Nuevo León a la ciudad de México.

Esa persona protegida internacionalmente, de acuerdo con la información obtenida, era Miguel Ángel Soto Parra, quien colaboró con los agentes de ICE en la identificación de centros de operación de Jesús Enrique Rejón Aguilar, El Mamito, otro de los fundadores de Los Zetas y que tenía como centro de sus actividades los estados de Querétaro y San Luis Potosí.

El atentado contra los agentes de ICE fue encabezado por Julián Zapata Espinoza, El Piolín, quien ya se encuentra detenido en Estados Unidos sujeto a proceso penal por los delitos de homicidio de un oficial federal o funcionario de Estados Unidos de América; tentativa de homicidio de un oficial federal o funcionario de Estados Unidos de América; tentativa de homicidio de una persona protegida internacionalmente y utilizar y descargar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia.

Tras el atentado, Soto Parra fue sacado del país, pero se mantiene en colaboración con la PGR, ya que se ha convertido en el único testigo que ha declarado que tres ex gobernadores de Tamaulipas tienen, supuestamente, nexos con el crimen organizado, sin que hasta el cierre de esta edición se les hubiera acreditado la comisión de algún delito, y sin que el Ministerio Público Federal haya emitido ningún citatorio para que las personas señaladas aclaren o confronten las versiones del ahora testigo protegido.