En su primer día de trabajo, la Cámara de Diputados se autorizó un puente de 11 días para Semana Santa, y aunque las sesiones que perderán en la primera semana de abril se reprogramarán, los legisladores aceptaron que ello abonará a su imagen de pereza. En una sesión que se caracterizó por la ausencia de 247 de los 500 diputados –debido a que la mayoría no pudo entrar por el plantón de maestros–, el pleno aprobó el calendario de sesiones del último periodo ordinario. Así, antes de Semana Santa, la última sesión será el jueves 29 de marzo y regresarán hasta el martes 10 de abril. Desde su curul, el diputado Jaime Cárdenas pidió a la mesa directiva aclarar que las sesiones perdidas por el asueto se recuperarán, una la última semana de marzo, y la otra en la segunda semana de abril. Es importante, porque se acostumbra por los medios de comunicación cuestionar a esta Cámara en el sentido de que no trabaja. Y lo que acabamos de votar es que durante la Semana Santa este pleno no sesione. Pero se van a compensar, dijo.