El mundo de las tiples en México, quienes, con su sensualidad y sexualidad atraían a políticos, revolucionarios y hampones, hacia 1915, es el centro temático del montaje Mi engreído capitán, escrito y dirigido por Lourdes Mendoza, que será restrenado este 4 de febrero en el teatro Bar El Vicio, en Coyoacán.

La palabra tiple denomina a un instrumento musical de viento, cuyo sonido es muy agudo. Las cantantes con ese tono son reconocidas con el mismo nombre.

En la primera década del siglo XX, el término tiple fue sinónimo de belleza y entretenimiento. Canciones picantes y profundamente sarcásticas eran interpretadas por mujeres que hoy tienen la fuerza del mito: María Conesa, Lupe Vélez, Celia Montalván y Mimí Derba, entre otras, quienes se convirtieron en iconos de la sensualidad y encarnaron un anhelo de libertad que la época no se atrevió a conceder a mujeres y hombres, definió la directora Mendoza, en entrevista concedida a este medio.

Mendoza ubica la acción cuando las fuerzas políticas de México se unen en torno a la Convención de Aguascalientes, para poner fin a la lucha armada. “También añado el elemento de la delincuencia, representado por la Banda del Automóvil Gris. Todo en el medio del teatro, con las tiples y el teatro de revista.

Tratamos cómo estas mujeres vieron y vivieron el proceso revolucionario, dado que estuvieron involucradas.

En México, las tiples tiene influencia del teatro español. No hay que olvidar que la zarzuela llegó durante el periodo de Porfirio Díaz. Algunas de las tiples más famosas llegaron de España y de Cuba. “Todas eran seductoras; hay que imaginar el momento de su encuentrto con los constitucionalistas. Es muy sabido que los revolucionarios acudieron a los teatros a ver a las tiples, y algunas se relacionaron con los generales. Otras se volvieron sus amantes y los que no las amaron querían tenerlas. Había muchas tiples; las compañías eran como de 20 bailarinas.

“Además había muchos teatros, como el Principal o el Orfeo. También el Bombay, donde ya nos presentamos y nos fue muy bien.

“La historia es contada por las tiples. Narran una confabulación de los generales y la Banda del Automóvil Gris. Esto me interesó por el momento que atraviesa México. Quiero que al final de la función la gente se quede pensando quién ganó la Revolución, qué pasó después y cómo vinimos a parar en lo que hoy vivimos. De aquello salieron las fuerzas que formarían el PRI y muchas de las instituciones que tenemos ahora. También está un elemento recurrente: la idea de que todo se repite. En el caso de Emiliano Zapata y de Francisco Villa se criminaliza su lucha. Abordo la simpatía de las tiples por Zapata y los magonistas, porque, en mi opinión, tenían una idea más clara sobre lo que pasaba en México.”

Para esta obra, Mendoza hizo una trabajo de investigación hemerográfica, sobre con periódicos de la época.

En Mi engreído capitán actúan María Alatorre, Nancy Castro, Eugenia Cervantes, Yarel Esparza, Alejandro Fandiño, Salomé Mendoza y Emiliano Buenfil. La producción es de Elis Ramírez, la dirección musical y arreglos son de Yurief Nieves, la coreografía es de Itzia Nieves, el diseño y realización de vestuario de Claudia Velasco y el video de Laura Sigon y Sandra Gayou.

Se presentará los sábados 4, 11, 18 y 25 de febrero, a las 19:30 horas, en el foro ubicado en Madrid 13, Coyoacán. Reservaciones: 5659-1139. Boletos en 200 pesos, con los descuentos de costumbre.