Empresa española crea sistema de identificación y seguimiento de bebés en hospitales
Permitiría evitar casos como los ocurridos durante el franquismo o las dictaduras de Argentina y Chile
Lunes 6 de febrero de 2012, p. 41
Madrid, 5 de febrero. Niños cambiados por error o robados al nacer: los casos que se conocen estremecen, pero más aterra la posibilidad de que sean muchos más los no detectados. En España, el descubrimiento de numerosos casos de robo de bebés durante el franquismo y los primeros años de la democracia ha puesto en pie de guerra a los afectados, que ahora luchan porque no se archiven sus casos y por recabar la ayuda del gobierno en la búsqueda. Y ya se han producido las primeras exhumaciones.
En Argentina y Chile se registraron casos durante las dictaduras militares y la de Augusto Pinochet, respectivamente, y existen comisiones para buscarlos. En otros países latinoamericanos, sin embargo, los cambios y robos de bebés están a la orden del día, ya sea por negligencia o por motivos económicos.
Por eso, la empresa española ICN Technologies ha creado un sistema de identificación y seguimiento de bebés que considera infalible y que haría el cambio y robo de bebés simplemente imposible, asegura su presidente, Carlos Herreros, en entrevista con Dpa. El principio de todo fue una experiencia personal, cuando tras nacer su primera hija regresó al hospital y vio a su bebé con ropa distinta a la que le habían puesto y la pulsera de identificación en la otra pierna. Me embargó una sensación de indefensión total
. Por eso, lleva más de 11 años trabajando en el sistema de identificación de bebés.
Los casos de negligencia son más frecuentes de lo que se cree. Los hospitales y administradores se cuidan muy bien al dar estas cifras. En un estudio privado de un hospital español, de 4 mil partos al año, se detectaron 24 errores en apenas seis meses. La pregunta que se nos viene a todos a la cabeza es: ¿cuántos no se han detectado?
Las consecuencias, asegura, son inaceptables: Que alguien imponga a otra persona vivir una vida que no le corresponde ya es de por sí inadmisible y va contra todo derecho
, apunta Herreros. Pero además, del error o delito pueden derivarse consecuencias médicas muy graves, en el caso de que en el futuro, por ejemplo, la persona necesite un trasplante y no se sepa que no existe compatibilidad genética con los padres.
Adiós a las pulseritas y huellas dactilares
España detectó el problema y derogó en 1999 el antiguo derecho de una madre a ocultar su identidad a su hijo. Y la sensibilidad es ahora mucho mayor con la dimensión que se está descubriendo en los casos de niños robados entre las décadas de 1960 y 1980.
Pero también en el resto del mundo. Además de España, Latinoamérica y los países del golfo Pérsico son los que más están demandando el nuevo sistema. En algunos países de Latinoamérica, los errores y robos de recién nacidos no son sólo producto de la negligencia de los facultativos o del error humano, también son consecuencia de intereses económicos o situaciones provocadas por la pobreza, en las que hay personas que llegan a vender a sus hijos
.
Actualmente, la custodia de los bebés en los hospitales españoles se realiza mediante pulseras de identificación, que pueden dar lugar a errores. Las pulseras son manuscritas o impresas, pero para que el trazo sea perfecto, los códigos tienen que salir de la misma matriz y relacionar también la documentación del hospital y el registro civil. Por otro lado, se recogen las huellas dactilares de la madre y su bebé con tinta, pero de esta forma las huellas de un bebé no son claramente identificables. A ello se unen condicionantes externos, como el agua, los restos biológicos o la hipotermia del bebé, sin contar con la posibilidad de que la pulserita se caiga.
La novedad del sistema de ICN Technologies es la combinación de dos tecnologías: la biometría y la radiofrecuencia. La funcionalidad biométrica asegura una identificación inequívoca y permanente del recién nacido mediante la recolección de sus huellas dactilares a alta resolución. La radiofrecuencia aporta seguimiento, control y localización en tiempo real del bebé, su madre y las enfermeras que lo atienden
, explica Herreros.
El dispositivo se basa en un lector electrónico que permite la toma de huellas dactilares de un recién nacido en el paritorio, junto a las de su madre biológica. A ambos se les coloca una pulsera electrónica que almacena esos datos. La biometría dactilar ya se utiliza para el reconocimiento de adultos, pero es la primera vez que se aplica en la identificación de recién nacidos. Y es la primera vez en que ambas técnicas se combinan, aunque también pueden emplearse por separado.
Además, permite detectar situaciones de alerta. En el caso por ejemplo de que se arranque la pulsera al neonato, el sistema permite cerrar puertas, bloquear ascensores y, en definitiva, poner en alerta a todo el centro hospitalario
.
Sin embargo, a veces la implantación de estos sistemas no es tan sencilla, tanto por motivos económicos, y más en la situación de crisis actual, como de mentalidad: “Cuesta entender que la identificación fehaciente de un recién nacido y su control dentro del hospital merezca la misma atención e inversión económica que un aparato de diagnóstico.
Un sistema de estas características no cura, pero evita errores que tienen graves consecuencias, como la pérdida de identidad de un ser humano
, argumenta Herreros. Y a veces para toda su vida, porque puede que el error nunca sea detectado.