Martes 7 de febrero de 2012, p. 14
Cada año, a escala mundial, 12 millones de hectáreas de tierras agrícolas, en las que potencialmente se podrían producir 20 millones de toneladas de granos, se degradan por las actuales prácticas de la agricultura, señala el informe Lograr la seguridad alimentaria frente al cambio climático, de la Comisión de agricultura sustentable y cambio climático del Grupo Consultivo Internacional de Investigaciones en Agricultura (CGIAR).
Advierte que la agricultura actual utiliza en forma ineficiente fertilizantes y provoca deforestación. Este sector se vuelve un contribuyente importante de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el planeta
. Esto ocurre desde la producción en el campo hasta que los productos llegan al refrigerador del consumidor. A medida que crece la demanda mundial de cultivos de alimentos, forrajes y bioenergía, muchos sistemas agrícolas están agotando recursos, como el agua, la biodiversidad y la fertilidad del suelo, indica el estudio. Hay regiones en las que existen grandes brechas entre los rendimientos de los cultivos potenciales y reales.
En las próximas décadas, el cambio climático tendrá un efecto adverso global sobre la producción agrícola, se espera que las zonas que actualmente sufren de inseguridad alimentaria experimenten efectos desproporcionadamente negativos
.
Para reducir el efecto del cambio climático sobre los suministros de alimentos, medios de subsistencia y economías, la adaptación en la agricultura se debe dar como una prioridad urgente, refiere.
También considera necesario identificar las zonas en las que las amenazas son mayores para desarrollar intervenciones específicas. Por ejemplo, en África, el desbordamiento de los cuerpos de agua afecta los rendimientos de los cultivos actuales y potenciales, ya que provoca una caída de la superficie cultivable.