El bicentenario del escritor inglés incluyó un maratón de lectura de sus obras
Utilizó su genio para hacer una apasionada campaña por la justicia social, dijo el príncipe Carlos
Miércoles 8 de febrero de 2012, p. 4
Londres. En escenas más allá de la imaginación incluso del más grande novelista británico, la vida de Charles Dickens fue celebrada este martes en actos simultáneos en su ciudad natal, Portsmouth, y en el sitio de su reposo final, la abadía de Westminster.
Dos siglos después del natalicio del autor, el príncipe de Gales colocó una ofrenda floral en su tumba, en el Rincón de los Poetas, mientras en la casa donde nació unos niños representaron escenas de Oliver Twist. Un grupo de aficionados a los biciclos de grandes ruedas delanteras, que se hace llamar el Club Pickwick, rindió homenaje a Los papeles de Pickwick, la historia con la que Dickens atrajo la atención pública, en 1836.
El actor Simon Callow cantó junto con el público Happy Birthday al literato, fuera del Museo del Lugar Natal de Charles Dickens, en Portsmouth.
El secretario británico de Cultura, Jeremy Hunt, regaló novelas de Dickens a sus colegas del gabinete: el primer ministro David Cameron recibió Tiempos difíciles y Grandes esperanzas; el viceprimer ministro Nick Clegg, Oliver Twist, y el ministro de Hacienda, George Osborne, un ejemplar de Historia de dos ciudades.
Las celebraciones fueron mundiales: personas de 24 países participaron en un maratón de lectura que comenzó con pasajes de Dombey e hijo en Australia y terminó un trozo de El misterio de Edwin Drood en Emiratos Árabes Unidos.
El príncipe Carlos declaró a Dickens uno de los más grandes escritores en lengua inglesa
en una declaración leída en un servicio en la iglesia de Santa María en Portsmouth, donde el autor fue bautizado.
“Dickens empleó su genio creador para hacer una campaña apasionada por la justicia social –afirmó–. La palabra dickensiano conjura al instante un cuadro vívido de la vida victoriana, con todos sus contrastes e intrigas, y su caracterización es tan fresca hoy como el día en que fue escrita.”
El príncipe de Gales y la duquesa de Cornwall visitaron el Museo de Dickens en Doughty Street, Londres, que fue una de las casas del escritor. Allí escucharon una conferencia de Gillian Anderson, quien en fechas recientes interpretó a Miss Havisham en una producción de Grandes esperanzas por la BBC.
Unas 800 personas asistieron a la entrega de ofrendas en la abadía de Westminster, donde el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, se refirió a la singular capacidad de Dickens de capturar la condición humana a través de la exageración, de la caricatura. Las figuras que más recordamos de sus obras son las más grotescas
.
Esta observación fue confirmada por una encuesta que realizó este martes la casa editora Penguin sobre los personajes favoritos de Dickens, en la cual Ebenezer Scrooge, de Canción de Navidad, resultó el favorito del público, delante de Miss Havisham, y siete villanos figuraron entre los primeros 10.
El arzobispo también se refirió a la gran compasión y empatía del autor por los pobres de la era victoriana. Ama a los pobres y despojados. No por un sentido del deber, sino por indignación de que esas vidas se pierdan. Él quiere que vivan. Quiere que se expandan en el espacio que debe estar al alcance de los seres humanos, para que sean lo que Dios quiere que sean.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya