Cuernavaca, Mor., 7 de febrero. Agentes de la secretaría de auxilio y protección ciudadana y policías ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado detuvieron, golpearon, encañonaron y amenazaron de muerte a un vecino del poblado de Ocotepec –que se rige por usos y costumbres y se ubica en el municipio de Cuernavaca– porque supuestamente lo confundieron con un delincuente y se negó a bajar de un automóvil que conducía.

Además de agredir a Víctor Manuel Morales, de 34 años de edad, los uniformados también habrían violado la autonomía de la comunidad indígena, porque arremetieron contra elementos de seguridad y contra el ayudante municipal Gilberto Dávila Rada cuando se presentaron en el lugar del incidente.

El comandante de la ronda de seguridad de Ocotepec, Édgar Rangel Román, contó que él llegó con cuatro de sus elementos a la avenida Ignacio Zaragoza, la principal del pueblo, alrededor de las 18 horas del lunes pasado. Pese a que se identificó y pidió a los policías que ya no golpearan a Morales, los uniformados también arremetieron contra los servidores públicos comunitarios, cortaron cartucho y les apuntaron con sus armas. Los elementos de seguridad comunitaria sólo llevaban toletes, por lo que fueron sometidos.

Habitantes del poblado que presenciaron los hechos pidieron apoyo a otros elementos de seguridad comunitaria e hicieron sonar campanas para que la gente se concentrara y ayudara a sus vigilantes, al igual que a su vecino, quien estaba muy golpeado y amarrado en la batea de una camioneta policiaca.

Los demás elementos de seguridad comunitaria y el ayudante municipal Dávila Rada pidieron hablar con quien estaba a cargo de los policías municipales y ministeriales, pero éstos se negaron y dijeron que ellos eran la autoridad de Cuernavaca y Morelos, por lo que también encañonaron y sometieron a los otros guardianes y a Gilberto Dávila. Entonces, alrededor de 100 habitantes armados con piedras y palos rodearon a los policías, cerraron el acceso al poblado, rescataron al detenido y retuvieron a ocho policías. Los demás huyeron a Tepoztlán.

El director de la policía de Cuernavaca, José Antonio Campa, prometió respetar a la autoridad comunitaria y castigar a los uniformados por abuso de autoridad, así como pagar los daños.

La Comisión de Derechos Humanos de Morelos reprobó los atropellos de los uniformados e inició una queja.