Kiev, 8 de febrero. Al menos 470 muertos ha provocado la ola de frío siberiano que azota a Europa, el cual según los servicios meteorológicos comenzará a ceder a partir de la semana entrante. En el norte de África, las bajas temperaturas con nieve, lluvias torrenciales y granizo dejaron 25 víctimas fatales.

Los equipos de rescate luchan por desalojar a personas en el sur de Bulgaria, donde la lluvia y el deshielo causaron el rompimiento de una represa, que inundó a un pueblo entero. Se han contado 16 muertes desde finales de enero.

La temperatura en algunos países cayó a 40 grados bajo cero. Además, las autoridades advirtieron el martes de posibles inundaciones cuando suban las temperaturas y se derrita la nieve.

En Ucrania, el país más afectado, con 136 muertos, los especialistas han pronosticado que temperaturas menores de 30 grados continuarán hasta el 15 de febrero.

Alrededor de 146 ciudades y pueblos de Rumania se encuentran aislados, sin comunicación por carretera o tren, debido a las ventiscas. El balance oficial de muertos es de 38.

El número de fallecimientos aumentó a 68 en Polonia. Además se reportó la muerte de 23 en Lituania, 10 en Letonia y uno en Estonia. Rusia mantiene su balance de 63 muertos.

La República Checa suma 24 víctimas mortales por el frío, Eslovaquia tres y Moldavia uno.

En Hungría ya son 13 los muertos, 10 en Serbia, cuatro en Bosnia, tres en Crocacia, uno en Montenegro y otro en Macedonia.

La nieve continúa cayendo en Austria, donde el balance es de cuatro muertos. Francia, que reportó seis, continúa en alerta meteorológica. Alemania sumó cuatro decesos.

Las temperaturas cayeron en Holanda a 18 grados bajo cero y se informó de un muerto.

Italia contabilizó 40 fallecidos. En Grecia, una británica residente en la isla de Symi, en el mar Egeo, se ahogó. Un octogenario murió el domingo por inundaciones en el Peloponeso.