Nueva jornada de violencia, especialmente en Homs, dicen opositores
Denuncia Barack Obama el atroz baño de sangre
desatado por Bashar Assad
Viernes 10 de febrero de 2012, p. 28
Moscú, 9 de febrero. El gobierno de Rusia, a través del portavoz de la cancillería del Kremlin, Alexander Lukashevich, reiteró su derecho legal de suministrar armas a Siria acorde con el derecho internacional, al mencionar la inexistencia de sanción alguna en ese sentido.
Mientras, Siria vivió una nueva jornada de violencia, principalmente en la ciudad de Homs, atacada por las fuerzas leales al régimen del presidente Bashar Assad con una lluvia de cohetes y morteros, pero la preocupación se centra en la situación apremiante que viven los civiles, debido a que esa localidad está cercada con puestos militares que impiden la llegada de alimentos, según la oposición.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, condenó ante el Consejo de Seguridad la ferocidad del ataque contra Homs, lo que, dijo, es un oscuro presagio de las cosas que vendrán
.
Desde Estocolmo, el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, acusó a Assad de matar y asesinar a sus propios ciudadanos
, y destacó la necesidad de tomar la respuesta más dura posible.
A su vez, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, denunció el atroz baño de sangre
que se lleva cabo en Siria, al recibir en la Casa Blanca al presidente del consejo italiano, Mario Monti.
Por su parte, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que reporta desde la capital de Gran Bretaña, dijo que entre el sábado y el miércoles pasado murieron más de 300 civiles y unos mil resultaron heridos en Siria.
Sólo hoy, dijo, hubo más de 80 fallecidos, de ellos 53 civiles en Homs. No obstante, el canal Al Arabiya, que citó fuentes opositoras, afirmó que los decesos sumaron hoy 126, de esos 110 en Homs.
La oposición llamó a los sirios a manifestarse este viernes para denunciar el apoyo de Rusia al régimen de Assad y su veto contra una resolución de la ONU de condena de la represión.
Mientras tanto, las autoridades de Libia expulsaron a todos los diplomáticos sirios de ese país, y Alemania expulsó a cuatro funcionarios de la embajada de Siria en Berlín, sospechosos de haber espiado a dirigentes opositores sirios, dos días después de detener a dos presuntos miembros del servicio de espionaje de Siria.