Las comisiones de Marina y de Justicia de la Cámara de Diputados afirmaron que el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez, cumplió con responder a las preguntas por la operación en el domicilio particular del legislador priísta Eduardo Bailey la noche del 15 de septiembre pasado, pero acotaron que éste mantiene a salvo sus derechos de presentar una queja o denuncia por la incursión.

Bailey denunció en septiembre que elementos de la Armada catearon su casa en Monterrey y encañonaron a su esposa e hijos durante 25 minutos, mientras seis tanquetas custodiaban la entrada de su domicilio.

En la sesión de ayer, el pleno conoció del dictamen de ambas comisiones donde se incluye una segunda respuesta del titular de la Marina, en la cual éste insiste que no hubo cateo y que personal armado se presentó en la casa del legislador sin orden judicial, al atender una denuncia anónima.

Según la versión del titular de Marina, la llamada dio cuenta de que el inmueble propiedad del priísta se realizaba una fiesta, término citado por el almirante Saynez que se refiere a un enfrentamiento entre miembros de la delincuencia organizada.

“Se reitera que por el tipo de denuncia que recibió el personal naval se creyó que se trataba de un caso urgente y de flagrancia por violencia generada por narcotraficantes.

Esta institución no descarta la posibilidad de que la denuncia recibida haya sido motivada para desprestigiar a la Armada de México y los buenos resultados que se han obtenido en contra de narcotraficantes, respondió el secretario a la Cámara de Diputados.

Rechazó explicar quién ordenó el operativo en el domicilio del legislador, con el argumento de que revelarlo pondría en riesgo a los marinos, en razón de los peligros reales que implica que su identidad sea reconocida por miembros del crimen organizado.

Sin embargo, confirmó que en la intervención participaron 21 marinos debidamente uniformados y equipados con chalecos antibalas, y cada uno de ellos con su arma de cargo fusil M-16, y de nueva cuenta se reitera que sólo un grupo reducido ingresó al domicilio, cuando se le permitió entrar, y el resto desplegó el cerco de seguridad al exterior.