Ciudad del Vaticano, 9 de febrero. La Iglesia católica lanzó oficialmente este jueves un centro de formación por Internet para la protección de la infancia a nivel internacional, al término de un simposio de cuatro días en Roma destinado a coordinar la lucha contra la pederastia.

Con el respaldo del Vaticano, 200 obispos, superiores de órdenes religiosas y expertos se reunieron para poner fin a la cultura del silencio en la Iglesia y hallar los instrumentos para luchar eficazmente contra los abusos, que dejaron decenas de miles de víctimas, niños y adolescentes, en todo el mundo.

Con sede en Munich (Alemania) y respaldado principalmente por el arzobispado de esa ciudad y varias instituciones católicas alemanas así como la Universidad de Ulm (sur de Alemania), este centro para la protección de los niños tendrá un financiamiento inicial de 1.2 millones de euros para un lapso de tres años.

Propondrá cursos de 30 horas por Internet al clero y a los educadores católicos. Permitirá a los 5 mil obispos en el mundo y a todo el clero informarse sobre las mejores prácticas y los últimos conocimientos sicológicos sobre la problemática de los menores víctimas de abusos. Será propuesto en cuatro lenguas (inglés, español, italiano y alemán).

Tendrá colaboradores institucionales en Argentina, Ecuador, Alemania, Italia, India, Indonesia, Ghana y Kenia.

Este instituto es sólo una parte de la renovación de la Iglesia, declaró el arzobispo de Munich, el cardenal Reinhard Marx, en una conferencia de prensa al final del simposio en la Universidad Gregoriana.

La crisis de credibilidad no está terminada pero vamos a restaurar nuestra credibilidad paso a paso, aseguró.

Para el cardenal, la Iglesia tiene la oportunidad de renovarse espiritualmente en el sentido del Evangelio. Es un momento histórico que nos obliga a una actitud a la vez de humildad y de acción.

Nos sentimos apoyados por el Papa como inspirador, y por sus ministros como colaboradores, dijo Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, asegurando que el sumo pontífice será informado muy rápidamente de cada etapa.

Benedicto XVI, por intermedio del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, envió un mensaje a la reunión para una renovación profunda de la Iglesia católica después de las revelaciones de decenas de miles de abusos a menores que mancharon a la institución en la reciente década.

Persisten tabúes

En mayo pasado la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe ordenó a los obispos del mundo entero que pongan en marcha, en el plazo de un año, un plan de lucha contra la pederastia, de conformidad con las exigencias de Roma, y que colaboren con la justicia civil.

Sin embargo, las asociaciones de víctimas deploran la no adopción de sanciones automáticas, en especial para los obispos que optaron por no denunciar a los sacerdotes culpables.

Para los participantes del encuentro en el Vaticano, el momento más doloroso fue el testimonio de la irlandesa Marie Collins, víctima de abusos sexuales de un sacerdote cuando tenía 13 años.

El coloquio ilustró las diferencias culturales entre las iglesias occidentales bien informadas y las de otros continentes, donde los tabúes aún son fuertes sobre el tema.

Joseph Ekuwem, obispo de Uyo, en Nigeria, dijo a la Afp que no era consciente de la extensión de los abusos en el mundo entero. Ahora lo sé. Les diré a mis fieles que eso fue una realidad, no un sueño.

En declaraciones a la prensa, el arzobispo de Manila, Luis Chito Tagle, mencionó que en general en Asia una cultura de la vergüenza impide que las víctimas y sus familias hablen de abusos pederastas.

El sacerdote y sicólogo brasileño Edenio Valle, asesor de obispos brasileños, aseguró que estos últimos no saben lo que debe hacerse contra la pederastia, que además es tolerada culturalmente.