Madrid, 10 de febrero. Obsesionada por defender la limpieza de sus deportistas, España elevó casi a categoría de incidente diplomático las burlas a cuenta del dopaje del programa satírico de la televisión francesa Los Guiñoles.

Cisma en los Pirineos por el dopaje, escribió el diario El País. No son marionetas, tituló a toda página Marca su portada con los rostros de los principales campeones del país.

El mismo gobierno se comprometió a defender legalmente a los deportistas, cuyos éxitos, dijo la vicepresidente Soraya Sáenz de Santamaría, ayudan a crear la marca España. Vamos a defender la autenticidad de sus logros. Son un ejemplo de superación. Les ayudaremos en la medida en que nos lo pidan y que nuestras leyes lo permitan.

El ejecutivo respondió así a la llamada de uno de los grandes ídolos del deporte hispano, Rafael Nadal, con quien el programa humorístico se ceba especialmente.

Las autoridades tienen que defendernos. Es una campaña contra el deporte español, dijo el seis veces ganador del Roland Garros.

Desde que el pasado martes apareció en la cadena francesa el primer sketch de los famosos muñecos y la polémica se agrandó como una bola de nieve en España, hipersensible a las críticas tras el golpe a su imagen que supuso el lunes la condena por dopaje al campeón del Tour de Francia, Alberto Contador.

La Real Federación Española de Tenis también anunció una demanda a la cadena de televisión, mientras el presidente del Comité Olímpico español, Alejandro Blanco, salió en defensa de los éxitos deportivos y dijo que se deben sólo al trabajo, la entrega y la planificación.

El programa de Los Guiñoles es un veterano de la televisión gala. Valiéndose de muñecos, el espacio critica en tono de humor tanto a deportistas, como a políticos y artistas.

Sin embargo, las referencias al deporte español y el dopaje de los recientes días no hicieron ninguna gracia en el vecino del sur.

La embajada de España envió una carta de protesta al presidente de Canal Plus Francia y el gubernamental Consejo Superior de Deportes (CSD) hizo lo propio al ministro francés del ramo, David Douillet.

Respetando la libertad de información, considero que tiene un límite que es la dignidad y el honor de las personas. Los videos de marras son de un extraordinario mal gusto y de una profunda falta de ética, aseguró el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.

En uno de ellos Nadal multiplica la velocidad de su coche al cargarlo con su orina cual combustible, mientras en otro, el tenista, Contador y el futbolista Iker Casillas aparecen firmando un papel con jeringas.

En el sketch del pasado miércoles, el muñeco de Contador pide a la gente que done sangre para que el ciclista pueda compartir con ellos sus victorias. Al final aparece un cartel que señala: La única cosa que no está dopada en España es la economía.

La polémica brota en terreno abonado, pues no hace mucho un artículo publicado en Le Monde, por el ex tenista francés Yanick Noah, también levantó olas en el país europeo. El ex atleta se preguntaba si los éxitos deportivos españoles no se debían a que el país había encontrado la poción mágica.

Nuestro éxito les produce envidia, señaló el jugador de la NBA Pau Gasol. Sacrificio y duro entrenamiento, ése es nuestro único secreto, se defendió Contador en Twitter.

Observada hasta no hace mucho con condescendecia por su vecino del norte, España se sacudió en los años recientes el complejo de inferioridad de la mano de figuras como Nadal o las selecciones de baloncesto y futbol.

Sin embargo, los escasos resultados en términos de sanciones logrados por las macrorredadas Operación Puerto 2006 y Operación Galgo dañaron la imagen en el exterior de la lucha antidopaje española.

Por su parte, Canal Plus aseguró estar sorprendido por las reacciones desproporcionadas en España. “Los Guiñoles es un programa satírico que desde hace 20 años caricaturiza la actualidad francesa e internacional. Canal Plus está sorprendido por estas reacciones desproporcionadas”, señaló un portavoz de la cadena.