Policías rechazan reprimir manifestaciones y piden detener a representantes de la troika
Sábado 11 de febrero de 2012, p. 27
Atenas, 10 de febrero. Grecia se debate entre movilizaciones sociales, crisis política y la presión de sus acreedores internacionales, que incluso ya hablan abiertamente de una eurozona de 16 miembros, es decir, sin Grecia.
Fuertes enfrentamientos estallaron en el centro de Atenas durante la primera jornada de protestas y paros a nivel nacional en los sectores público y privados y que mantienen cerrados los puertos y paralizado el transporte público, mientras en hospitales funcionan sólo los servicios de emergencia.
Oficinas del gobierno, escuelas, tribunales, bancos, museos y lugares turísticos permanecieron cerrados.
Las protestas ocurrieron horas después de que los ministros de Finanzas de la zona euro pidieran al país más recortes a cambio de ayuda financiera.
El plan exigido por los europeos prevé una reducción del salario mínimo de 22 por ciento, despido este año de 15 mil funcionarios y recortes en algunas pensiones. Será la tumba de la sociedad griega
, denunciaron los sindicatos, negando al gobierno toda legitimidad
para imponer esas medidas.
Dichas condiciones serían demasiado altas, señalaron pues muchos griegos, que ya sufren los efectos de cinco años consecutivos de recesión, están cada vez más descontentos con las medidas de ajuste, que no provocarían mejoras en una economía donde una de cada cinco personas está desempleada.
Manifestantes que participaban en el paro de 48 horas trazaron paralelos entre sus actuales padecimientos y los siete años de dictadura militar que vivió el país. En la Plaza Syntagma se escucharon canciones de las décadas de 1960 y 1970 contra la junta militar de entonces. La policía dijo que dos efectivos resultaron heridos y tres manifestantes fueron detenidos.
Manifestantes atacaban a la troika de prestamistas de Grecia (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
No agachen la cabeza, no a los despidos, no a los recortes salariales, no a los recortes de pensiones
, proclamaban los manifestantes.
Incluso la policía, que desde que estalló la crisis hace más de dos años se ha enfrentado en numerosas ocasiones con los distintos manifestantes, anunció su resistencia a las exigencias de los prestamistas y adelantó que intenta conseguir órdenes de arresto para representantes de la troika, a cuyo grupo acusa de poner en peligro el orden democrático y de intentar violar la soberanía nacional. Como pueden ver, ustedes están continuando esta política destructiva, por lo que les advertimos que no pueden hacernos luchar contra nuestros hermanos
, dijo Poesy, el mayor sindicato policial en una carta abierta a la troika.
Mientras crece la presión de los europeos, la crisis política se extiende, hoy cinco ministros renunciaron en rechazo a las nuevas medidas de austeridad.
El primer ministro, Lucas Papademos, afirmó que Grecia se arriesga a un caos
y el país no se puede permitir caer en moratoria. Advirtió que los ministros que no estén de acuerdo no tienen lugar en su gobierno.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo que se debe definir en los próximos días si aceptan las condiciones, al afirmar que está en juego la permanencia en el euro. Dijo que Grecia no tiene más alternativa que aceptar las duras condiciones, toda vez que el 20 de marzo deberá pagar un bono de deuda por 14 mil 400 millones de euros.