Miércoles 15 de febrero de 2012, p. 45
Londres, 14 de febrero. La prohibición de fumar en oficinas, restaurantes y otros lugares públicos no lleva a los consumidores a encender más cigarrillos en casa, sino los impulsa a aplicar restricciones extra sobre el hábito, según un estudio europeo.
La investigación, publicada el martes y realizada en Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Alemania y Holanda, revela que una cantidad importante de fumadores también decidió prohibir el tabaco en sus hogares luego de que se introdujeron las normas públicas nacionales libres de humo
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Algunos oponentes a la restricción al cigarrillo en lugares de trabajo y públicos argumentaban que esas normas llevarían a un desplazamiento del hábito a las casas de los fumadores, lo que podría aumentar la exposición de los no consumidores –sobre todo niños– al humo de segunda mano
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Pero Ute Mons, del Centro de Investigación Alemán del Cáncer y la Unidad de Prevención del Cáncer del Centro para el Control del Tabaco en Heidelberg –colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS)–, cuyo trabajo fue publicado en la revista Tobacco Control, dijo que sus hallazgos sugerían lo contrario. Demuestran que la legislación estimularía a los fumadores a establecer prohibiciones totales al cigarrillo en sus casas
, escribió la experta en el estudio.
El tabaquismo produce cáncer pulmonar, que suele ser letal, y otras enfermedades respiratorias crónicas. También es uno de los principales factores de enfermedades cardiovasculares, responsable de la mayor cantidad de muertes en el mundo. La OMS advirtió el año pasado que el cigarrillo causaría la muerte de casi 6 millones de personas en 2011, incluidos 600 mil no fumadores expuestos al humo.