Santiago, 15 de febrero. Los habitantes de Puerto Aysén, en el extremo austral de Chile, se rebelaron desde el lunes y comenzaron una gran movilización con tomas de servicios públicos y bloqueos de carreteras regionales, en reclamo contra el elevado costo de la vida y el aislamiento de la zona en que los ha mantenido el gobierno central.

Unas 30 organizaciones sociales en las que participan burócratas, pescadores artesanales, integrantes de la Cámara de Comercio local, mujeres, mapuches y tehuelches se aglutinaron en el Movimiento Social por la Región de Aysén para exigir un subsidio al combustible, mejoras salariales y pensiones, así como inversiones para la pesca artesanal y en caminos.

El movimiento, que cuenta con el apoyo de la alcaldesa Marisol Martínez y el concejo municipal, denunció que la única respuesta oficial recibida ha sido el envío de una patrullera de la armada con una fuerza de desembarco de 65 carabineros antimotines. Esa fuerza ya ha provocado más de 20 lesionados en acciones de represión.

Los habitantes de Aysén exigen la presencia de ministros que tomen decisiones y que se acabe la represión policial, dijo la alcaldesa. Explicó que las protestas partieron con los pescadores y los empleados públicos, pero se ha sumado la comunidad ya que nos cansamos como región de que nos tomen en cuenta de vez en cuando.

El dirigente de los pescadores, Marcos Silva, informó a emisoras locales que los bloqueos que comenzaron el martes se mantendrán, ya que en estos momentos existe una aparente calma.

Los manifestantes tienen tomado el aeródromo de Melinka y bloqueadas las rutas hacia Coyhaique y Puerto Chacabuco.

En Santiago, organizaciones estudiantiles y sindicales dieron su apoyo a un paro nacional de 48 horas de trabajadores portuarios por mejoras laborales y salariales.