Óscar Soto lleva una brillante carrera profesional: es campeón centroamericano, panamericano, ubicado entre los mejores del mundo y nada más le falta una medalla olímpica para consagrarse como el mejor pentatleta de la historia en México.

Lejos de las distracciones y rodeado de niños y jóvenes que diariamente lo ven entrenar en las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo Deportivo y Alto Rendimiento, el capitalino de 28 años afirma que la planificación se está realizando de manera adecuada y minuciosa, cuidando cada detalle en las cinco disciplinas para tener un buen resultado en Londres.

La competencia de pentatlón moderno será el 11 y 12 de agosto, fechas que tiene visualizadas y todos los días se levanta esperando esa cita, que será fundamental en su vida.

Con lentes oscuros de la marca que lo patrocina, Soto platica: “Me embarga la emoción y la ansiedad por competir en Londres. También soy paciente y me levanto a entrenar para abrir esa brecha y alcanzar la medalla que no se ha dado.

Estoy trabajando muy duro para ir en contra de las estadísticas. Pocos creían que ganaría en Guadalajara y no defraudé a los que confiaron en mí, como tampoco lo haré en Londres, añade el pentatleta, quien hace cuatro años en Pekín, en su debut olímpico, terminó en el quinto lugar.

Lleva casi 12 años de trayectoria en un deporte al que ingresó porque sus aspiraciones como nadador y los tiempos que realizaba no le auguraban un futuro prometedor. Soto, en corto periodo, empezó a destacar como juvenil, se dio un espacio para terminar la carrera de finanzas y regresó en la categoría senior para convertirse en el mejor exponente de América.

Sonríe y se muestra entusiasmado del crecimiento que hay en su disciplina, al ver a más de un centenar de prospectos –infantiles y juveniles– que se codean con los grandes en el Campeonato Nacional en las viejas instalaciones del CDOM.

Le hace recordar sus inicios, pero también le da la certeza de que algunos de ellos destacarán, como el jalisciense Abraham Camacho, quien se perfila para ser el segundo pentatleta clasificado a los Juegos Olímpicos, y para lograr el ansiado boleto tendrá que buscar los puntos en las Copas del Mundo y el Mundial de Italia, donde Tamara Vega y Soto son los únicos seleccionados.