Reformas a 33 artículos crearon las figuras de plebiscito y revocación del mandato, dice
La política social, columna vertebral
, afirma
Hay conflictos, perono son de la gente contra el gobierno
; en el caso de los triquis, el problema es que les ha faltado atención
Los gobernantes deben crear las condiciones para que la sociedad debata y modifique todo lo que considere necesario, consideró el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué MonteagudoFoto Jorge A. Pérez Alfonso
Martes 21 de febrero de 2012, p. 31
Oaxaca, Oax., 20 de febrero. Los gobernantes deben crear las condiciones para que la sociedad debata, tome decisiones, modifique todo lo que considere necesario –gestionando figuras como el plebiscito, el referendo y la revocación del mandato–. Pero para que una sociedad cambie tienen que hacerlo cada uno de los individuos que la integran, las familias; los políticos sólo somos un instrumento, el cambio tiene que ser de abajo arriba
, dice el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, al hacer un balance a poco más de su primer año en el gobierno y de la expectativa de cambio que generó su llegada en la sociedad oaxaqueña.
A veces se sorprenden porque el gobernador nunca les habla a los diputados, por ejemplo, para decirles voten así o asá; se deben acostumbrar a que ya no es igual. No es como en los tiempos del PRI; yo no voy a decir siempre qué hacer. Hay un nuevo estilo, una nueva forma de hacer las cosas, y a veces no es fácil que la gente admita una nueva manera de relacionarse. También la situación es complicada, porque una cosa son las expectativas que un candidato despierta y otra lo que realmente puede hacer un político.
En un año, apunta, Oaxaca ha pasado de la alternancia a la transición democrática porque, después de una reforma política que transformó 33 artículos de la Constitución local, hoy se cuenta con figuras como el plebiscito, la consulta popular y la revocación del mandato del gobernador si hay violaciones graves a la Constitución. Todo el gabinete debe ser ratificado por el Congreso; el Poder Judicial decide su presupuesto y elige a su presidente.
–Estos cambios son muy apreciados en un sector de la sociedad que tiene las necesidades básicas resueltas. ¿Qué pasa con quienes necesitan comer, caminos, medicinas…?
–La columna vertebral del gobierno es la política social. Oaxaca es uno de los tres estados con mayor marginación. Se creó una Secretaría de Desarrollo Social y un sistema que hoy atiende a un millón 200 mil personas que en el pasado nadie volteaba a ver. Los 950 mil niños y niñas de prescolar, primaria y secundaria reciben útiles escolares y uniformes. Hay 2 mil 200 cocinas comunitarias para atender a niños y niñas. Becas para madres solteras y para estudiantes. De 570 municipios que tiene la entidad, 172 están catalogados como de alta marginación; entonces los recursos se están focalizando para ofrecer agua potable, drenaje, ampliar las redes eléctricas y colocar piso firme en las viviendas.
“Para generar mayor conectividad entre las regiones, se reactivó ya la construcción de la carretera Oaxaca-Huatulco –en 23 meses la capital estará comunicada con la costa–, obra federal que estaba parada, porque quien ganó la concesión no tuvo capacidad económica para arrancarla”, comenta el Mandatario.
–La imagen de Oaxaca es la de una plaza con manifestantes, maestros en paro, conflictos de tierras, problemas de límites…
–En este momento los problemas no son de la gente con el gobierno del estado. Hay conflictos en la universidad, pero son de pesos y centavos, laborales; las manifestaciones de los maestros son contra la ACE o porque conmemoran la entrada de la policía federal a desalojarlos o la desaparición de alguien. Van a la ciudad de México para ser solidarios con otros grupos… ante eso no se puede hacer nada más que concientizarlos; el cambio está en todos.
Contrastes, origen de problemas
“El origen de algunos problemas de Oaxaca –ocupa los primeros lugares de marginación y pobreza nacionales– está en sus contrastes, su heterogeneidad, su organización comunitaria. Todo ello complica conciliar intereses en un estado cuya riqueza no se ve reflejada en la vida de la gente, en el bienestar.
“Gobernarla es un reto, porque la organización comunitaria se ha convertido en una fuerza de demanda social; muchos de sus reclamos son legítimos y muchos ya forman parte de los nuevos usos y costumbres. La vía de la manifestación o el bloqueo es el instrumento de arranque de una negociación, cuando debería ser el recurso último. Cuando no se conoce la lucha comunitaria no se entiende el porqué de estas manifestaciones.
“Hay que conciliar los intereses de los grupos indígenas con las empresas españolas, por ejemplo. ¿Cómo se generan condiciones para que haya inversión, desarrollo, sin que se opongan las comunidades? Nosotros no permitiríamos que se hiciera una obra que perjudicara a las comunidades. El tema eólico es un bien que la naturaleza le dio a Oaxaca, así como su ubicación estratégica, en una zona muy rentable para la instalación de aerogeneradores. Nosotros buscamos que la retribución a los dueños de la tierra les permita tener un ingreso adicional, un pago atractivo, y sobre todo que el beneficio se traslade a los recibos de luz. Y las empresas están haciendo una inversión y quieren ciertas condiciones también.
–¿Y los conflictos por la tenencia de la tierra, que han generado hechos de violencia en algunas regiones?
–Muchos problemas de tenencia de la tierra datan de hace más de 50 años. En el caso de los triquis, el problema es que les ha faltado atención. Son comunidades que han vivido con total ausencia de gobierno en obras, en acciones, lo que ha generado un caldo donde el producto de diferencias históricas ha provocado muertos, organizaciones enfrentadas. Estamos tratando de generar condiciones para que haya una presencia institucional, programas, desarrollo en la zona, sacarlos de la marginación para que haya paz. Debe restablecerse el tejido social en torno a las instituciones y a la presencia del gobierno. Mientras eso no se dé, implica un gran riesgo el regreso a Copala de los desplazados.
“En los Chimalapas el problema es producto de resoluciones presidenciales que traslapan zonas comunales y núcleos agrarios –desde hace 40 años–, agravado por los cambios a los límites en la Constitución de Chiapas y que crean un municipio en el núcleo agrario de Díaz Ordaz, por lo cual el gobierno de Oaxaca ya presentó una controversia constitucional.”