El hospital general Torre Médica Tepepan, que otorgará servicios de salud a más de 42 mil internos de los penales de la ciudad de México a partir de la primera mitad de marzo, fue remodelado con medidas antivandálicas, como vidrios esmerilados, baños sin llaves para regular el agua e incluso micas como espejos.

En el interior del hospital, ubicado en el Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan, los muebles de los baños son de acero inoxidable y están empotrados o sellados a las paredes, por lo que las piezas no se pueden robar ni descomponer fácilmente, detalló su director, Ricardo Okie González.

Los internos sólo tienen acceso a un botón que permite que el agua, cuya temperatura será regulada por las autoridades del hospital, salga por 30 segundos en los lavabos y 10 minutos en las regaderas, al igual que en los sanitarios, lo que evita que se roben los fluxómetros, explicó.

En el área de hospitalización, que cuenta con 37 camas, los vidrios son esmerilados para evitar el contacto visual de los pacientes con el exterior, en tanto los espejos son micas para evitar que sean extraídos con otros propósitos.

El área de urgencias, que está ubicada en el sótano de la torre y es por donde ingresarán todos los vehículos que trasladen a los presos que requieran atención médica, es la única zona que contará con rejas eléctricas y se impedirá el acceso a quienes no pertenezca a la plantilla laboral del hospital.

La seguridad del inmueble estará a cargo de elementos de custodia exclusivos, pues ya han sido capacitados y sensibilizados para trabajar con una directriz médica, explicó el funcionario, quien detalló que en un futuro se instalarán 45 cámaras para mantener vigiladas todas las áreas.

Okie González informó que se tendrá una afluencia de 40 pacientes diarios para interconsulta de lunes a domingo, y para quienes requieran suministro de medicamentos, enfatizó, lo tenemos garantizado. Además, el personal inicial, compuesto de 195 empleados, entre médicos, enfermeras, especialistas y otros, se irá incrementando hasta llegar a 330 a finales de 2012.

El funcionario agregó que este centro hospitalario es un modelo novedoso de atención a la salud en el ámbito penitenciario, porque no sólo atenderá 18 especialidades médicas, sino que reduce las probabilidades de fuga de los presos, así como los riesgos de seguridad a los que se expone a la población civil cuando se traslada a un interno a un hospital abierto, como una balacera u otro tipo de violencia que pudiera generar daños a los usuarios o a los trabajadores de esos lugares”.